Sugieren Obispos sinergia educativa

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) propone mayor injerencia de los actores de la sociedad, incluida la Iglesia, en los contenidos educativos y la formación de los maestros, además de regresar a la familia la responsabilidad de la educación.

El documento "Educar para una nueva sociedad", que la CEM presentó en septiembre del año pasado, será retomado el próximo miércoles por el Cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, quien se encuentra en el País para llevar a cabo diálogos con creyentes y no creyentes en el marco de la iniciativa del Vaticano denominada Atrio de los Gentiles.

En el documento, la Obispos del País presentan 10 propuestas centradas en crear alianzas, tejer redes y despertar sinergias entre familia, escuela, empresarios, gobernantes, medios de comunicación e Iglesia; para enfrentar lo que los obispos de México consideran una emergencia educativa.

Una de las propuestas del documento es lograr que la escuela y los maestros encuentren caminos para el cumplimiento de su misión, lo que de acuerdo con la jerarquía católica, implica mayor participación de la sociedad en el diseño de contenidos de programas educativos y libros de texto.

Otra de las propuestas es promover la capacitación de quienes tienen en sus manos la tarea educativa.

"Es fundamental la formación de los maestros en las escuelas normales. Sin embargo, se requieren centros de formación complementarios que permitan a todos los interesados en las tareas educativas encontrar subsidios, programas, bibliografía y un ambiente que les permita estar a la altura de su labor", se señala en el documento.

Respecto de la función del Estado en materia de educación, plantea que debe promover que la formación de los maestros sea la adecuada y que la calidad de los estudios y métodos educativos respondan a las exigencias de la época presente.

También se considera que el Estado debe vigilar que la formación de los maestros no sólo verse sobre la asignatura o el grado escolar que imparten sino que incluya la debida preparación humanística y pedagógica; y que no se haga de los maestros objetos de manipulación ideológica o de control político mediante sindicatos corporativistas, partidos políticos o cualquier otro medio de coacción.

Paloma Villanueva, Reforma, 7 de mayo.