EPN: “Será el sector energético poderoso motor de la economía”

Tras asegurar que Pemex y la CFE “no se venden ni se privatizan”, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que “el petróleo y los demás hidrocarburos continuarán como patrimonio de la Nación”.

En la presentación de la iniciativa de reforma energética –que modificará los artículos 27 y 28 de la Constitución-, consideró que México tiene ante sí una de las oportunidades más importantes de los últimos años.

Desde su perspectiva, con esta reforma constitucional, las familias mexicanas podrán sentir en sus bolsillos los beneficios de que nuestra economía vuelva a crecer a mayores niveles, como no ha ocurrido en las últimas décadas.

Valoró que de aprobarse, “haremos del sector energético uno de los motores más poderosos de la economía nacional. Es tiempo, por ello, de aprovechar al máximo los recursos del país”.

En este contexto, el Jefe del Ejecutivo confió en que la iniciativa será analizada “a partir de un diálogo abierto, democrático, amplio y exhaustivo, pero, sobre todo, a partir de un debate constructivo”.

En presencia de legisladores, líderes partidistas (con excepción de la oposición), empresarios, el gabinete legal, líderes sindicales, rectores y académicos, el mandatario aludió al Pacto por México y al clima positivo de diálogo y entendimiento que ha generado.

“Por ello, confío en que el debate de esta iniciativa de reforma al interior del Congreso de la Unión se centrará en cómo sí transformar a México, en cómo sí modernizar nuestro sector energético, en cómo sí cambiar lo que hoy ha impedido avanzar al país”, dijo el mandatario desde un abarrotado salón Adolfo López Mateos.

En su mensaje, Peña Nieto recalcó que los objetivos de la iniciativa son que el artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra.

Al respecto, citó lo dicho por Cárdenas a los entonces diputados: “La exclusión de los particulares del régimen de concesiones que el Artículo 27 fija para la explotación de los recursos naturales del dominio público, no implica que la Nación abandone la posibilidad de admitir la colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse, en el futuro, dentro de las formas jurídicas diversas de la concesión”.

“Hoy, 75 años después de la Expropiación Petrolera, el país exige la misma decisión y determinación de aquel entonces. Por eso, el espíritu de esta reforma recupera lo mejor de nuestro pasado para conquistar el futuro”, destacó.

Cecilia Téllez Cortés, La Crónica, 13 de agosto.