Reforma debe ajustar gasto

De nada servirá una reforma hacendaria que incremente la recaudación tributaria del país si no hay una revisión absoluta en el gasto público, pues actualmente se desperdician recursos de manera ineficiente, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el director general del CEESP, Luis Foncerrada, fue tajante en que una mejoría del gasto público debe ser el principal argumento en la reforma hacendaria.

“En la actualidad el gasto público no logra los objetivos que se han marcado en los programas de gobierno. En el CEESP reprobamos a la mayor parte de las secretarías por la poca eficiencia en el cumplimiento de metas que se han trazado. Es necesario un cambio absoluto, porque el planteamiento de que hay que gastar más no es necesariamente cierto cuando se desperdician recursos”, comentó.

¿Cuál es el alcance de las reformas estructurales en el país?

Las reformas energética y hacendaria son importantes porque pueden cambiar el curso de México y tienen la capacidad de lograr un importante incremento en la inversión y en consecuencia una mayor expansión de la economía y del empleo en el país.

Tan solo de la reforma energética tenemos identificados 30 mil millones de inversión si se abre a la industria privada, esto nos puede llevar a una inversión total en el país de más de 25% del PIB y esto a una tasa de crecimiento de la economía cercana a 5%.

Si junto a eso tenemos una reforma fiscal que simplifique radicalmente el pago de impuesto, le quitamos un gran obstáculo a las empresas porque le reducimos el costo para generar empleos, entonces se puede fomentar la competitividad y de ahí tendríamos otra alza adicional al PIB.

¿Que cambios tributarios hay qué llevar a cabo?

Hay que eliminar los sesgos que hoy existen que son muy regresivos como el IVA, por lo que es necesario generalizarlo a todos los alimentos, pero para no perjudicar a la población de menores ingresos se debe crear un mecanismo de compensación para 30% de las personas de menos recursos. Pero generalizarlo es fundamental para dejar de tener este subsidio a los grupos más ricos.

¿Hablando de subsidios, qué hacer con el destinado a la gasolina?

Hay que eliminarlo. Se está haciendo poco a poco con el incremento del desliz, pero es fundamental llevarlo a cabo, y junto con eso compensar a los grupos de menores ingresos con un subsidio dirigido a ellos o para mejorar el transporte público.

¿Ya es momento de revisar los privilegios fiscales?

Sería ideal que se eliminen todas esas exenciones y beneficios que se otorgan para no pagar impuestos a varios sectores de la sociedad, eso tampoco tiene sentido fiscal.

Si se hiciera todo eso sin necesidad de aumentar impuestos, el ISR por ejemplo, eso podría darnos alrededor de tres puntos más del PIB, porque entre la gasolina y el IVA podríamos tener más de dos puntos porcentuales del PIB, que junto con los privilegios nos darían los tres puntos adicionales al crecimiento.

¿Debe mejorar el manejo de los recuros?

Definitivamente hay que hacer una reestructura en el gasto de donde se pueden reducir probablemente tres puntos del PIB y usar los recursos de mejor forma en salud, educación, transporte público y sobre todo en inversión física.

¿A qué se condena México si no logra dos buenas reformas energética y hacendaria?

Veríamos una inversión ridículamente baja, invertiríamos por debajo de 20% del PIB, seguiríamos con tasas de crecimiento de 2% y apenas crearíamos 400 mil fuentes de trabajo formal, por lo que la informalidad continuaría creciendo, no podríamos superar los problemas de pobreza y desigualdad y eventualmente crecería el riesgo de un empeoramiento en la inseguridad, A eso estamos condenados.

Mario Alberto Verdusco, El Universal, 5 de agosto.