Confía el INEE en que la nueva ley ayudará a formar mejores maestros

Los integrantes de la junta directiva del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), integrada por su presidenta Sylvia Schmelkes, y cuatro consejeros, coincidieron en que la recién aprobada Ley del Servicio Profesional Docente tiene como objetivo fundamental la profesionalización de los maestros, con lo que las evaluaciones a las que serán sometidos para demostrar que son capaces de seguir frente a un grupo “sólo serán valoraciones para compararse con ellos mismos”.

Schmelkes subrayó que el hecho de que la ley dé la oportunidad de que si no pasan una evaluación haya una segunda oportunidad de volver hacerlo al siguiente año, tiempo en el que habrá un acompañamiento de asesoría, habla de que se les da claramente la oportunidad de que puedan mejorar.

Aseveró que una reforma pendiente, que se deberá resolver más adelante, es mejorar las Normales, a fin de garantizar que quienes entren al servicio profesional docente “no requieran de esa tutoría tan especial, porque ya vienen bien formados y van a poder enfrentar a sus alumnos, de manera adecuada”.

El consejero Eduardo Backhoff comparó que “mandar a un hijo a la escuela, es como mandarlo al doctor, uno esperaría que los que atendieran fueran los mejores doctores, los mejores egresados de las universidades, los que se pudieran convertir en los mejores directores de clínicas”.

Es –prosiguió-“la misma lógica que vemos en esta ley: de lo que se trata es de asegurar que los maestros que atiendan a nuestros hijos, sean los mejores profesionales posibles, no veo que tenga como idea principal correr a las personas, sino que brinda la oportunidad de mejorar, superar sus deficiencias y  profesionalizarse para ser los mejores”.

Respecto a los alcances de la reforma educativa, Schmelkes señaló que le falta todavía mucho, “incluso podríamos pensar que esta reforma es una plataforma, para poder hacer una reforma educativa, porque no es una reforma pedagógica, no es una reforma curricular, no es una reforma de la formación inicial de docentes, que es lo duro de la pedagogía.

Se trata, eso sí –abundó-, de una reforma que pone las condiciones para que otras reformas pendientes sean posibles. “Las (reformas) verdaderamente importantes nos hacen falta”.

Las reformas pendientes se podrían comenzar a ver “en muy poco tiempo”, porque “la plataforma ya está dada”, apuntó.

Y el consejero Gilberto Guevara Niebla refirió que las reformas educativas anteriores se centraron en la modificación de los planes y programas de estudio “y hoy, por primera vez, comenzamos una reforma tratando de profesionalizar el oficio de profesor; se le deja de ver como un trabajador y se le ve como un profesional, que es el mérito sustantivo de esta  reforma, que exalta la profesión docente y busca elevar tanto competencias como posición social del magisterio y crea mecanismos para gratificar a profesores que hacen esfuerzos extraordinarios en el aula”.

Para comenzar a ver resultados, señalaron, será hacia el 2015, pues la primera evaluación se aplicará el próxim año.

Cecilia Higuera, La Crónica, 5 de septiembre.

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