Marchan ¡a trabajar!

Miles de capitalinos salieron a las calles a marchar, pero no por gusto, sino para tratar de llegar a su trabajo, a la escuela, a esa cita que era importante y se perdió.

La manifestación de los maestros de la CNTE, esta vez ante el Senado, provocó el estrangulamiento de la capital en uno de sus puntos más emblemáticos -y conflictivos-: el cruce de Reforma con Insurgentes.

Sandra Castillo, estudiante de psicología, tuvo que caminar unos dos kilómetros hasta que logró encontrar transporte que la llevara a Ciudad Universitaria.

"Tenía una exposición y era importante para la calificación del semestre. Ya no llegué".

Sandra fue una de los 60 mil usuarios del Metrobús que, debido a los bloqueos, tuvieron que echar a andar por las calles para llegar a su destino.

Debido al cierre de cuatro estaciones, el servicio de la Línea 1 se partió en dos: en lugar del trayecto de 30 kilómetros, de norte a sur y viceversa, se formaron dos circuitos.

Uno, en el norte, iba de Indios Verdes a Buenavista, y el otro, en el sur, de Avenida Chapultepec a La Joya.

Esto dejó sin transporte un tramo de aproximadamente tres kilómetros en pleno corazón de la Ciudad: la Zona Rosa, Paseo de la Reforma y las colonias Juárez, Cuauhtémoc, Tabacalera y San Rafael, así como en la Roma y la Condesa.

"Ya no llegué a mi trabajo. Voy a tener retardo; también pierdo mi bono mensual de puntualidad. Y eso ¿quién me lo va a pagar?", reclamaba Daniel Campos, empleado de un call center.

Jorge Escalante se quedó atorado en su auto durante dos horas y, muy probablemente, perdió el trabajo que le iban a dar.

"Estaba en la última etapa con otras dos personas para ver si me quedaba (...) Ya me lo echaron a perder los maestros porque no pude pasar", lamentó.

Durante las ocho horas que duró el bloqueo, las avenidas estuvieron repletas de capitalinos que, desesperados, buscaban la manera de salir de la zona y hallar transporte.

Mujeres embarazadas o con bebés en brazos y ancianos -incluso en silla de ruedas- también se observaron entre la multitud.

"Queremos ir a La Joya (en el sur de la Ciudad). Ya estamos cansados, nos duelen las piernas y no hemos podido llegar ni a la Glorieta de Insurgentes", dijo doña Felícitas, de 65 años.

Ella y su esposo, Juan, de 70, debieron bajar del Metrobús en Buenavista y caminar 25 minutos hasta Puente de Alvarado.

Ahí pretendían abordar el Metro en la estación Revolución... pero también estaba cerrada.

Ecobici fue la salvación para algunos, aunque era tal la demanda que resultó insuficiente.

Para hoy, la CNTE convocó a una jornada de "insurgencia" que promete, por segundo día consecutivo, desquiciar la vida del Distrito Federal.

La marcha multitudinaria está programada para partir a las 10:00 horas del Auditorio Nacional. Su destino, hasta anoche, no había sido revelado.

Ricardo Rivera y Jonás López, La Jornada, 4 de septiembre.

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