Quitar privilegios a IP dará 263 mmdp


Los cambios al régimen de consolidación fiscal que propone el Ejecutivo a través de la iniciativa de reforma hacendaria deben tapar huecos de los que se benefician más de 420 corporaciones mexicanas y elevar la recaudación, a fin de fortalecer la capacidad de gasto del gobierno, afirmaron legisladores, expertos financieros y fiscalistas.
Dicha iniciativa prevé montos de 1.5% del PIB, que equivalen a 263 mil 877 millones de pesos, que recuperaría Hacienda por estos ajustes a la consolidación fiscal.
Hoy las empresas de un mismo grupo consolidan sus resultados fiscales. El régimen de consolidación implica un gasto fiscal temporal debido a que permite diferir elImpuesto Sobre la Renta (ISR), al compensar las pérdidas de unas o más empresas del grupo contra las utilidades de otra u otras.
En este sentido, el Ejecutivo plantea su eliminación y la aplicación del Nuevo Régimen Opcional de Grupos de Sociedades, el cual es un régimen similar mediante el cual los grupos podrán tener el beneficio de diferir el impuesto hasta por tres años, en lugar de cinco, explicaron fiscalistas.
El presidente de la Comisión de Hacienda del Senado,José Francisco Yunes, afirmó que “es bueno y necesario sustituir la figura de la consolidación para evitar que se puedan dar abusos contra el fisco, y que a la vez se rescaten incentivos a empresas para generación de inversiones y empleos”.
“Se busca que el que gane más pague más, y para ello se atacan los puntos laxos que permitan la elusión de responsabilidades con el fisco, en la gama de ISR, IVA y otros ordenamientos”, dijo.
Remarcó que en la iniciativa se busca que “no se abran ventanas a la elusión y a la evasión”.
El secretario de la Comisión de Hacienda en el Senado, Armando Ríos Píter, afirmó que hasta hoy las empresas más poderosas económicamente son las que se benefician de este régimen, las cuales se reúnen en más de 400 grupos, cuya mayoría cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Arturo Pueblita, socio de la firma Cuevas y Pueblita Abogados, aseguró que ha habido una “satanización” hacia la consolidación fiscal; de hecho, algunos partidos de oposición lo han tomado como bandera política para decir que es la forma en que se beneficien los grandes corporativos al pagar impuestos.
Jorge García, socio de EY, dijo que en el universo de las firmas que cotizan en la BMV, 90% se encuentran bajo este régimen. “Hoy el sistema te permite aplicar pérdidas de empresas subsidiarias contra utilidades de firmas subsidiarias del mismo grupo, contra ganancias de la propia empresa denominada controladora o holding”.
Coincidió con los legisladores en que la propuesta sobre la consolidación traerá una mayor entrada de recursos al gobierno, pero las empresas bajo este régimen podrían verse afectadas en su productividad y creación de empleos. 
Aplican corporativos consolidación
Hoy en día varias empresas que cotizan en la bolsa mexicana realizan la consolidación fiscal. Están América Móvil, Peñoles, Femsa, Televisa, Grupo México, Kimberly, Liverpool, Arca Continental, Coca-Cola FEMSA y Frisco, así como Grupo Salinas, Grupo Bimbo, Alfa, Bachoco y AHMSA, por citar algunos ejemplos.
De acuerdo con una revisión propia de los estados financieros de firmas que cotizan en la BMV, se tiene el caso de Elektra, que logró diferir impuestos en 2012. Dejó para pagos futuros 8 mil 572 millones de pesos, los cuales podrían destinarse al Programa de Ordenación de Aguas Residuales, Drenaje y Alcantarillado, que se contempla en el Presupuesto para 2014.
Además, TV Azteca tuvo ventas por 12 mil 570 millones de pesos en 2012, e hizo un pago de impuestos por 619 millones de pesos, que representa apenas 5% de sus ventas; sin embargo, difirió impuestos por mil 323 millones de pesos durante el ejercicio del año pasado.
En el caso de Bimbo en 2012 pagó impuestos por 2 mil 195 pesos, que implicó apenas 1.3% de sus ventas totales, mismas que ascendieron a 173 mil 139 millones de pesos. Sin embargo, el grupo utilizó el sistema de consolidación fiscal para diferir otros mil 388 millones de ISR, monto que equivale a lo que el gobierno federal podría gastar en 2014 en una cuarta parte en educación para adultos y desarrollo tecnológico.
Otro caso es el de Grupo Alfa. Éste realizó ventas por 200 mil 167 millones de pesos, pero sólo pagó 1.7% de impuestos y difirió 3 mil 390 millones pesos, que bien podrían haberse utilizado para el gasto programable del siguiente año en el rubro de pensiones.
A la lista se suma Bachoco. En el ejercicio 2012 facturó ventas por 39 mil 367 millones de pesos, pero difirió 2 mil 597 millones de pesos.
Finalmente, AHMSA el año pasado pagó 1.0% de sus ventas totales, es decir, 326 millones de pesos. Difirió 6 mil 831 millones de pesos, monto que se podría utilizar en casi dos veces el presupuesto para educación para adultos.
Pueblita Fernández explicó que la consolidación es un régimen que existe en muchos países del mundo, el cual se permite el diferimiento, que consiste en aplazar el pago del impuesto hasta por cinco años.
Detalló que de desaparecer el régimen de consolidación, se crearía uno nuevo de “integración” fiscal, cuyos plazos de diferimiento se acortarían a 3 años.
“Va a tener un efecto recaudatorio de manera inmediata que beneficiará al gobierno, pero le va a pegar a la competitividad del país, porque comúnmente lo que hacían las empresas era posponer el pago de impuestos, los cuales son utilizados para arrancar nuevas líneas de negocio”, anticipó el especialista. 
Tendrán limitaciones
Gabriela Pellón, abogada fiscalista del despacho Ortíz, Sainz y Erreguerena, comentó que el nuevo régimen de integración sería opcional para las controladoras, por lo que seguirán integrando sus resultados en una sola entidad para el pago de impuestos, pero con ciertas limitantes, como ya no diferir impuestos en el tiempo, además de reportar sus ganancias o pérdidas por separado tanto la controladora como las subsidiarias o filiales.
Anticipó que de aprobarse la reforma hacendaria la afectación para las empresas será un cobro muy fuerte de impuestos que han venido difiriendo, que sería inequitativo y desproporcional, porque es un gravamen que aún no se ha causado.
Señaló que el nuevo régimen de integración no está mal por sí solo; tiene sus reglas claras.
“El problema no es el nuevo régimen, más bien es la transición porque es muy agresiva, debido a que una vez de aprobarse el nuevo régimen, la ley obligará a las empresas a pagar el impuesto diferido, que nunca se ha pagado”, explicó.
Detalló que si un corporativo que reportó dividendos entre sus accionistas y éstas no pagaron impuestos, entonces los van forzar a pagar hasta 20 años atrás. “Obviamente recursos que no tendrá la empresa para hacerlo, aunque les darán una prórroga para cubrir el pasivo”, dijo la abogada fiscalista.
Coincidió en que las empresas en bolsa serán afectadas, porque con la aprobación del régimen de integración les generará un pasivo por la transición que les obliga a pagar impuestos, el cual será reflejado en sus estados financieros.
Ricardo Jiménez y Juan Arvizu, El Universal, 25 de septiembre.

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