Sin enfrentamientos, la Policía Federal recupera el Zócalo en 15 minutos

A la Policía Federal le tomó 15 minutos recuperar el Zócalo, ocupado por los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) desde el 19 de agosto. Y, aunque lo hizo sin enfrentamientos, anarquistas se encargaron de dificultar el operativo. El saldo final fue de 31 personas detenidas y 11 policías heridos, dos de ellos de gravedad.

Fue a las 16:20 horas cuando el contingente de elementos federales, que había llegado antes del mediodía a la zona, ingresó a la plancha.

Ahí se encontraron con un basurero, debido a que los docentes abandonaron sus casas de campaña, plásticos, cobijas, alimentos y maletas. 

Para llegar hasta el Zócalo, un grupo de uniformados arribó por la calle 5 de Mayo; lo hizo con el apoyo de una tanqueta de agua que se utilizó kilómetros después para replegar a los manifestantes que se habían quedado a defender el campamento.

Y fue precisamente este grupo de agentes el que tomó el control del área durante todo el operativo.

Para controlar la zona, cerca de las 14:00 horas, los elementos federales hicieron cercos en calles transversales a 20 de Noviembre con el fin de “encapsular” a los supuestos maestros, ya que la mayoría de los integrantes de la CNTE ya se encontraba en el Monumento a la Revolución o a bordo de sus camiones para marcharse a sus estados de origen.

Al mismo tiempo, policías bancarios hicieron un llamado a los negocios que circundan la explanada. “¡Cierren todo!”, advertían.

Conforme avanzaron los minutos, y se cumplía el plazo que fijó el comisionado Nacional de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb, respecto a que después de las 16:00 horas liberarían la explanada, los elementos federales, con escudo y tolete en mano, se iban acercando al Zócalo por las calles 5 de Mayo, Donceles, Tacuba, 20 de Noviembre y Pino Suárez.

Después de 20 minutos, lograron ingresar al Zócalo en medio del humo provocado por la quema de casas de campaña, cartones y una carpa; y mientras esto ocurría, por lo menos tres helicópteros de la Policía Federal sobrevolaban el perímetro.

Jóvenes y adultos avanzaron por la avenida con palos y piedras, los cuales eran lanzados conforme caminaba el contingente de uniformados. Al mismo tiempo, eran estallados petardos y bombas molotov; uno de ellos alcanzó a uno de los policías.

Para contener un poco a los opositores, la policía lanzó gas lacrimógeno y, aun así, fue difícil replegarlos. Atrás de la hilera de uniformados avanzaba lentamente la tanqueta, lista para lanzar agua.

La Policía Federal ganó terreno poco a poco, pero fue en la avenida José María Izazaga donde los manifestantes comenzaron a dispersarse.

En este punto fueron utilizados dos vehículos para lanzar agua; después de 15 minutos, las agresiones tuvieron fin en este punto.

Eje Central también fue escenario de un ataque contra policías que recibieron palazos y rocazos; la agresión duró cinco minutos, hasta que se hicieron detenciones de los presuntos responsables.

Oscar Viale y Ruth Barrios, La Crónica, 14 de septiembre.