Venezuela abandona formalmente la CIDH

Un año después de que el entonces presidente venezolano, el fallecido Hugo Chávez (1999-2013), denunciara al sistema interamericano de justicia al acusarlo de estar manipulado por Estados Unidos, ayer el gobierno de Nicolás Maduro hizo efectiva su salida de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en medio de una defensa cerrada del gobierno a la decisión frente a las críticas de la oposición y a la preocupación expresada por parte de la comunidad internacional.

En rueda de prensa, Maduro aseguró que la Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) —pilares del sistema humanitario de la Organización de los Estados Americanos (OEA)— están “capturadas” y sirven “al imperio” para perseguir a Venezuela y a “los gobiernos progresistas”, reportó AVN.

“La comisión y la corte lamentablemente degeneraron, ellos se creen un poder supranacional (...). Es una decisión acertada, justa y que además defiende a nuestra patria de cualquier intento por mancillarla”, afirmó Maduro.

BASTA. “Mientras estemos aquí no dejaremos que nadie mancille a Venezuela. Nadie se mete con Venezuela. Ya basta”, agregó el presidente.

Sin embargo, la propia CIDH aseguró que Venezuela seguirá sujeta a su jurisdicción como Estado miembro de la OEA pese a su retirada de la CIDH.

Al mismo tiempo, Caracas dejó claro que los venezolanos no quedarán desamparados por dejar la CIDH, ya que, dijo, Venezuela forma parte de la directiva de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y, adicionalmente, impulsará el nacimiento de instancias similares en otros organismos internacionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

CASOS. Venezuela ha recibido 15 condenas en la corte por ejecuciones extrajudiciales por parte de policías y militares, destituciones irregulares de funcionarios y violaciones a la libertad de expresión. Según reportes de la prensa, 13 tienen pendientes reparaciones a las víctimas.

Este lunes, Maduro recordó que la corte reconoció al gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga, quien durante el golpe de Estado de 2002 tomó el poder y a cuyo gobierno tildaron de “gobierno legítimo”.

Asimismo, Maduro afirmó que durante el 2002 y 2005, la corte “persiguió a la democracia venezolana y protegió a terroristas”.

DETONANTE. La gota que derramó el vaso fue una sentencia dictada por la CIDH hace poco más de un año por malos tratos al venezolano Raúl Díaz Peña durante sus seis años de cárcel, condenado por participar en los atentados con bomba contra sedes diplomáticas de España y Colombia.

Otros casos emblemáticos son las condenas en 2011 por violación de derechos políticos a Leopoldo López, entonces presidenciable de la oposición, inhabilitado para ejercer cargos tras ser acusado por el gobierno de corrupción.

La Crónica, 11 de septiembre.