A prueba, nexo con Caracas: analistas

El tema de la aeronave mexicana destruida el lunes pasado por las fuerzas armadas de Venezuela, pone a prueba la relación bilateral, no sólo por el tono de molestia del presidente Nicolás Maduro, sino que el incidente es poco claro, no se explica que un avión cargado con cocaína asegurado haya sido incendiado en lugar de compartir información de inteligencia para conducir una investigación antidrogas.

El ex representante de México ante Naciones UnidasEnrique Berruga y el experto en temas de seguridadJorge Chabat, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), coincidieron en que el caso requerirá de diplomacia para evitar que escale y se convierta en otra crisis, cuando el gobierno mexicano está haciendo lo correcto para pedir explicaciones en un asunto que tiene aún muchas incógnitas.

El embajador Berruga destacó que el caso “es una prueba que se pone a la relación muy temprano, cuando se está relanzando, y luego a nadie le queda claro qué es lo que pasó ahí”.

Cuestionó: “para qué se destruye un avión que trae evidencias, si ya está en tierra, sin tripulación, pues lo lógico es señalar que aquí había un cargamento de ‘x’ cosa, y además se puede sacar información adicional, sobre qué operativo se trataba, pero esa explicación no se ha dado”.

Ayer Maduro reprochó que México haya pedido explicaciones, “y era lo conducente, además, si se trataba de un tema de una aeronave cargada de cocaína, entonces procede compartir, por ejemplo, datos como modus operandi de los narcos, eso es lo que se hace en una relación sólida, no los discursos, ni una situación cosmética”.

Chabat destacó que Venezuela está en su derecho de defender su espacio aéreo y combatir el narcotráfico, pero “resulta inexplicable que se queme evidencia de un delito, si es que hay operaciones de trasiego de cocaína”.

Indicó que México “está haciendo lo que corresponde al pedir una explicación”, por lo que no es comprensible la actitud última del mandatario venezolano, cuando sus notas diplomáticas no indicaban la presencia de un cargamento de cocaína.

Silvia Otero, EL Universal, 11 de noviembre.