Agasajarán a priístas en Los Pinos tras aprobar la reforma energética

La imagen social de una Cámara de Diputados donde los legisladores sólo levantan la mano se mostró nítida durante la sesión en la que, con 353 votos en favor y 134 en contra, se avaló la minuta del Senado con las reformas a la Constitución en materia energética, con la cual trasnacionales serán beneficiarias de contratos de riesgo, concesiones y licencias para extraer petróleo y que las reservas nacionales formen parte de sus activos.
Cerrado el círculo legislativo desde Los Pinos, se confirmó una comida del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el presidente Enrique Peña Nieto, mañana a las 14:30 horas en la residencia oficial, en un convivio de fin de año y para reconocer “el esfuerzo por la aprobación impecable” de esa reforma.
Una a una, la mayoría desechó –con sólo elevar el brazo– las reservas que presentaron 81 oradores durante poco más de 13 horas, con el fin de expresar que el nuevo marco constitucional no tiene por objeto la seguridad energética de México, sino la de Estados Unidos.
Ningún argumento en contra de la enmienda fue escuchado y, aun así, el coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Silvano Aureoles Conejo, en una jornada trompicada para él, sostuvo que aun con la derrota en la defensa del petróleo, su bancada se iba satisfecha.
Último en el turno de oradores, aseguró: “no hay frustración de nuestra parte; al contrario: reconozco a los compañeros de PRD, PT y Movimiento Ciudadano que dieron la batalla en la tribuna con argumentos”.
Este jueves, a las 13:05, la mesa directiva dio por aprobada la minuta con los votos de PRI, PAN, PVEM y Panal, y con el rechazo de sol azteca, PT y Movimiento Ciudadano.
Desde la parte alta del auditorio Aurora Palacios de la Cámara de Diputados, habilitado como recinto alterno tras la clausura del salón de plenos en el edificio A, diputados de PRD, PT y MC gritaron “¡traidores a la patria!” a quienes avalaron la reforma.
Abajo, con el puño en alto, los priístas respondieron con el mismo coro de 1996, cuando, en otro momento histórico, la hasta entonces mayoría absoluta del tricolor aprobó el incremento del IVA a 15 por ciento: “¡México, México, México!”
Así como en las primeras horas del jueves, los ánimos continuaron encendidos en el auditorio más grande del Palacio Legislativo.
Y aun cuando ofreció una disculpa por golpear en el ojo izquierdo a la priísta Landy Berzunza, la diputada perredista Karen Quiroga fue objeto de reclamos de legisladoras del tricolorcuando votó en contra: “¡Golpeadora, golpeadora, golpeadora!”
Berzunza ya no pudo continuar en el pleno y, según sus compañeros de bancada, deberá guardar reposo al menos 15 días.
En la votación nominal de la minuta, que no fue turnada a comisiones para dictamen, los priístas sólo cantaron estar en favor de la enmienda constitucional. Después de los primeros escarceos –sus compañeros reconocieron que, para ser El Tibio, Felipe Muñoz andaba “muy calientito”– la instrucción a la bancada tricolor fue la prudencia.
El PRI mantuvo siempre el dominio de la asamblea, con el control de la puerta principal al auditorio, los pasillos y los flancos de la mesa directiva.
A la mayoría, sin embargo, se le abrió una rendija. Javier Orihuela (PRD) felicitó a los cuatro diputados del PAN que, mencionó, votaron contra la reforma: Alfredo Zamora García, Patricia Lugo, Verónica Sada y Eufrosina Cruz. “¡Felicidades por tomar esta decisión!”, expresó.
En las filas perredistas, los diputados acompañaron su voto en contra con frases cortas, que no fueron registradas en el Diario de los debates. Carlos de Jesús Alejandro exclamó: “¡ustedes son capaces de vender a su madre!” Todavía el perredista Catalino Duarte le anticipó a Manuel Añorve: “chaparrito, nos vemos en Guerrero en 2015”. El priísta le reviró: “¡gracias por el destape!”
De madrugada, los diputados del PT Manuel Huerta y Lilia Aguilar intercambiaron gritos y empujones en la puerta del auditorio. Aguilar quiso impedir que su compañero ingresara con un megáfono. Como éste se negó, le soltó: “¡Con una chingada! ¿Qué no entiendes, pendejo? No puedes entrar así, cabrón”. Huerta usó su corpachón para desplazarla.
Cumplido el trámite, el presidente de la mesa, Ricardo Anaya Cortés (PAN), informó que el proyecto de decreto será enviado al Constituyente Permanente, con el fin de que sea ratificado por al menos 16 de las 31 legislaturas de los estados.
También se dio primera lectura al dictamen de la Comisión de Transportes que reforma la ley ferroviaria a fin de romper el monopolio de los concesionarios del ferrocarril, privatizado durante el sexenio de Ernesto Zedillo. Sin embargo, tendrá que esperar al periodo de sesiones que se inicia en febrero.
Duelo “por la muerte de Pemex”
Al mediodía, mientras se agotaba la lista de oradores, el perredista José Luis Zalpa convocó a “un minuto de silencio por la muerte de Petróleos Mexicanos”, pero pocos se sumaron.
Poco después de las tres de la mañana, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, definió que desde su concepción hasta su diseño, justificación, instrumentación y la difusión de su contenido, la reforma fue moldeada por las prioridades y los intereses extranjeros.
Se trata, abundó, de que Estados Unidos mantenga su hegemonía y competitividad económica en los próximos 25 años, y para ello requiere energía barata.
Así que, explicó, “esta reforma no está diseñada para la independencia ni para la revolución energética de México, sino para ahondar su dependencia y su condición de maquilador y exportador de energéticos”.
En ese sentido, Mario Cuevas Mena (PRD) anticipó que el cambio constitucional trasladará los litigios en materia petrolera a los tribunales internacionales.
“No será más el Estado mexicano, rector de la economía de nuestro país, el que decidirá las políticas energéticas de acuerdo con sus intereses”, indicó.
Agregó que el “cacareado” fondo mexicano del petróleo, que estaría en el Banco de México, en realidad será controlado por la Secretaría de Hacienda, que “realizará las acciones directamente para su constitución, funcionamiento y uso sin estar sujeto a reglas de control fiscal y presupuestal”.
Otro perredista, Mario Carrillo Huerta, sostuvo que se modifica de fondo el estatus del país. “En todo el mundo la energía es poder. Hasta hoy, ese poder radicaba en el Estado mexicano. ¿Cuál es la razón para compartirlo?”, cuestionó.
El vicecoordinador del PRD, Miguel Alonso Raya, alertó que la aplanadora legislativa negó hasta el final que se trata de una privatización, cuando el texto modificado autoriza que el petróleo se incluya “en la contabilidad de los libros de las empresas para cotizar en la bolsa”.
Ningún argumento, sin embargo, era escuchado. “Escribimos una de las páginas más brillantes del Congreso”, se congratuló el presidente de la mesa directiva, el panista Ricardo Anaya Cortés.
Andrés Eloy Martínez (PRD) pintó la escena en el pleno: “somos como los músicos del Titanic, que seguían tocando mientras el barco zozobraba, pero los empresarios seguían en la fiesta porque estaban seguros de que era imposible que se hundiera. Hoy nos siguen negando la tragedia: el país naufraga como naufragó el Titanic”.

Roberto Garduño y Enrique Méndez, La Jornada, 13 de diciembre.

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