En maratónica sesión aprueban reforma energética

Sangre, sudor y lagrimas fue lo que arrojó la histórica sesión de poco más de 20 horas ininterrumpidas que tuvo lugar en la sede alterna al salón de plenos de la Cámara de Diputados, para aprobar en lo general y lo particular, a las 13:08 horas de ayer jueves, la reforma energética.

Sangre, porque fue lo que escurrió por el rostro de la diputada del PRI, Landy Berzunza, rasguñada y lesionada en la cornea de su ojo izquierdo por la agresión que sufrió cerca de la medianoche a manos de la perredista Karen Quiroga.

Sudor, porque el salón alterno era insuficiente para albergar a los más de 480 diputados que se dieron cita desde las 17:00 horas de anteayer y hasta cerca de las 13:30 horas de ayer, lo que les hizo trabajar de manera apretujada y por momentos sin aire acondicionado.

Y lagrimas, porque fue lo que derramó en tribuna la violenta Karen Quiroga, quien asustada por el daño que ocasionó a Berzunza, ofreció una disculpa pública en medio de sollozos inimaginables en una persona, como ella, acostumbrada a la lucha fragorosa y escandalosa.

Disculpa que, a nombre de la lesionada, aceptó el coordinador de la bancada tricolor, Manlio Fabio Beltrones, quien le “recomendó” a la perredista que para futuras ocasiones, “use más las ideas que las manos”.

Y juntos los tres corpóreos elementos antes citados, acompañados de lástima y vergüenza, cuando el perredista Antonio García Conejo se despojó de sus ropas en plena tribuna –lo que jamás había acontecido en la historia parlamentaria de la Cámara-, como ejemplo vivo, dijo, de cómo dejarán al país los que aprobaron la reforma energética.

El medio hermano de Silvano Aureoles, coordinador del PRD en San Lázaro, realizaba su streap tease, cerca de las 03:00 horas de ayer jueves, el líder de la bancada tricolor, Manlio Fabio Beltrones, se encontraba en el vestíbulo del primer piso del recinto legislativo reunido con los reporteros de la “fuente” que cubren las actividades de la Cámara de Diputados, en un rápido encuentro de fin de año que había sido convocado para las 18:00 horas.

Advertido por su equipo de colaboradores del repugnante show de García Conejo, que la prensa bautizó de inmediato como “Sólo para Diputadas”, Beltrones intentó abandonar la reunión con reporteros y volver de inmediato al salón alterno, pero el daño estaba ya hecho y el escurrido perredista abandonaba la tribuna entre el escarnio de sus colegas.

Para entonces había pasado ya el round de lucha libre entre la ruda Karen Quiroga, y la técnica Landy Berzunza, quien sangrante del rostro y parchada de su ojo izquierdo, perdió la batalla pero impugnó el resultado y amenazó con acudir a tribunales a demandar a la perredista.

Esa era la madrugada en San Lázaro, que recordaba, pero en una parodia chusca, la célebre frase del primer ministro británicoWinston Churchill, pronunciada el 13 de mayo de 1940 en su histórico discurso ante la Casa de los Comunes en el contexto de la Segunda Guerra Mundial: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, sudor y lagrimas…”.

Luciano Franco, La Crónica, 13 de diciembre.

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