Gobernante de Bogotá, destituido

El alcalde de Bogotá, el izquierdista Gustavo Petro, fue destituido este lunes por la Procuraduría General e inhabilitado por 15 años para ejercer funciones públicas debido a irregularidades en un plan de manejo de basura. Una medida que el alcalde calificó como un “golpe de Estado” al gobierno capitalino.
Más tarde, en una intervención televisada por el canal público de la ciudad, Petro afirmó que seguirá en su cargo hasta que haya una decisión “en firme” en su contra y que gobernará “hasta el último instante”. Dijo: “Sigo siendo el alcalde de Bogotá hasta que decisión en firme en contrario lo quiera”, mientras lo acompañaba su esposa y dos de sus hijos.
“En esa medida gobernaremos en favor de los más humildes, en favor de la educación pública, en favor de lo que prometimos, con firmeza”, añadió el alcalde. Asimismo, llamó a una gran manifestación democrática, con tranquilidad y paz, por lo que centenares de personas comenzaron a concentrarse en la plaza Bolívar, donde se ubica la sede de la alcaldía.
El fallo de su destitución anunciado por el procurador Alejandro Ordóñez es de índole administrativo, que no implica sanciones criminales y puede ser apelado. Según esa decisión, el funcionario causó un daño a la ciudad por haber ordenado un cambio en el esquema de recolección de basuras a fines de 2012, que de ser manejado por empresas privadas en concesión pasó a manos públicas.
“Específicamente se demostró que se vulneraron los principios constitucionales de libre empresa y competencia” con la decisión del alcalde, explicó Ordóñez. Añadió que durante tres días la ciudad estuvo regada de bolsas de basura y se dejaron de recoger entre 6 mil y 9 mil toneladas de desechos, y aseveró que Petro sabía que sus decisiones eran “irregulares”
Petro, un ex guerrillero del desmovilizado movimiento 19 de Abril (M-19), de 53 años, que debía gobernar de 2012 a 2016, calificó inmediatamente la decisión como un “golpe de Estado” y llamó a sus seguidores a protestar pacíficamente contra la medida. Tras su discurso, el alcalde salió junto a su familia al balcón de la sede del gobierno local y saludó a los manifestantes que comenzaron a llegar para manifestarle su apoyo.
“Nosotros tenemos la frente en alto, gobernamos con cero corrupción, desmantelamos mafias, logramos conquistas sociales, no tenemos de qué arrepentirnos”, dijo Petro. “El derecho, la razón, la justicia, la gente más humilde nos apoya”, añadió. Sin embargo, no precisó si apelará la medida ante la misma Procuraduría como se establece en este caso.
La alcaldía de Bogotá -ciudad de más de siete millones de habitantes- es el segundo cargo de elección popular más importante en Colombia, después de la presidencia.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos emitió un comunicado en el que señala que respeta la decisión del procurador Ordóñez, acorde con su costumbre y obligación frente a cualquier fallo de los órganos de control, así como los recursos que a bien tenga interponer y a los que tenga derecho el señor alcalde mayor de Bogotá.
La Casa de Nariño también expresó preocupación por esta situación y la que se pueda derivar entre la ciudadanía, por lo que analiza medidas para apoyar a la ciudad.

La Jornada, 10 de diciembre.

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