Hacen de pesadilla salir de Venezuela

CARACAS.- Cristina Salazar cumple este mes un año de haberse graduado como arquitecta y, para conmemorar la fecha, se propuso viajar en Navidad de Venezuela a España.
El 24 de octubre, consultó las páginas web de las aerolíneas que cubren la ruta Caracas-Madrid-Caracas durante más de 4 horas.
Flexibilizó el itinerario y estuvo a punto de rendirse: "Los pasajes pasaron de costar 30 mil a 94 mil bolívares en dos horas", recuerda.
Calculado a la tasa de cambio oficial en Venezuela (6.30 bolívares por dólar), aquellos boletos fluctuaron desde 4 mil 761 hasta casi 15 mil dólares.
Salazar decidió aplazar sus vacaciones hasta el 29 de diciembre y regresar a mediados de enero. El 25 de octubre, plantada en la oficina de la línea aérea, consiguió comprar un boleto por 30 mil bolívares, el tope máximo de su presupuesto.
"Con un sueldo mensual de 7 mil bolívares (alrededor de mil 100 dólares) no es mucho lo que se puede ahorrar para viajar", comenta Salazar.
La combinación entre inflación y frenesí por obtener los 3 mil dólares que el Gobierno autoriza a cada viajero a consumir en el exterior a tasa oficial antes de que culmine el año, han colapsado las ventas de boletos no sólo para salir de Venezuela, sino también para visitar el país durante las festividades navideñas.
Romina Cárdenas, venezolana de 34 años que vive en México desde hace cinco, cada diciembre regresa para pasar las Navidades con su familia.
Este año, pagó el doble que en 2012 por un pasaje Ciudad de México-Caracas.
"Compré mi pasaje a principios de septiembre. Otro amigo venezolano intentó conseguir vuelo una semana después y no había plazas disponibles", contó Cárdenas.
Las líneas aéreas son uno de los blancos de la ofensiva del Gobierno contra el incremento de los precios.
El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil exigió a las compañías aéreas poner bandas de precios para los vuelos internacionales, y gerentes de varias empresas reportan haber sido amenazados con la cárcel si no reducen los costos de los boletos.
Los que no logran viajar al exterior, hacen fila hasta 10 horas para conseguir boletos en aviones nacionales o en los barcos para ir a destinos turísticos domésticos muy populares como la isla de Margarita.
Aunque las tarifas para celebrar las fiestas decembrinas fuera de casa están por las nubes, es casi imposible conseguir plazas en hoteles y posadas en Venezuela desde el 22 de diciembre hasta la segunda semana de enero.

Valentina Oropeza, Reforma, 20 de diciembre.

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