Pese a críticas, el Senado aprueba en lo general la reforma energética

El Senado aprobó ayer en comisiones y en lo general la reforma energética, entre críticas de legisladores de PRD y PT por la desnacionalización del petróleo y la electricidad, y el riesgo que representa, alertaron, entregar parte del territorio nacional a las empresas petroleras extranjeras, fundamentalmente de Estados Unidos.
Al justificar su voto, el perredista Alejandro Encinas señaló que era “en contra de este robo a la nación”; el petista Manuel Bartlett dijo que votaba “en contra del sometimiento a intereses extranjeros”, y Dolores Padierna insistió en que no podía “avalar la desnacionalización de los recursos petroleros del país”.
Al cierre de esta edición, PRI y PAN pretendían cerrar el debate, que llevaba ya más de ocho horas, y trasladar la discusión en lo particular a la sesión del pleno, que hoy se llevará a cabo, ya que perredistas y petistas propusieron 201 reservas en torno a los 24 artículos modificados, por lo que el debate se prolongaría lo que resta de la madrugada.
Perredistas y petistas insistieron durante esas ocho horas en modificaciones al dictamen, para mantener en sus términos los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, y eliminar los 21 artículos transitorios, donde se encuentran las disposiciones que permiten a trasnacionales apropiarse de los hidrocarburos y de las reservas de crudo del país, y se condena a la extinción a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El pleno del Senado se instaló a los 8 de la noche, pero una hora después se decretó un receso, hasta las 10 de la mañana de hoy, en que la mayoría PRI-PAN se propone dejar en primera lectura el dictamen y más tarde llamar a otra sesión, en que se votaría.
Las reservas eran desechadas, una a una, de forma mecánica, por una mayoría “ciega, sorda y muda” –como la definió el perredista Fernando Mayans–, que se dedicó sólo a votar en contra todas las propuestas de cambio, sin debate alguno.
El dirigente del sindicato petrolero, el senador priísta Carlos Romero Deschamps, secretario de la Comisión de Energía, se retiró antes de que se votara el dictamen. Hubo versiones, propaladas por panistas, de que habían logrado que se incluyera en la reforma la salida de ese organismo gremial del consejo de administración de Pemex, que el priísta David Penchyna rechazó.
Luego de que la comisiones de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos Primera aprobaron el dictamen –elaborado por PRI y PAN– con 24 votos en favor de los senadores de PRI, PAN y PVEM, y cinco en contra, de perredistas y petistas, comenzó la discusión de las 205 reservas.
Una docena de perredistas y petistas propusieron mantener en sus términos el artículo 27 constitucional, que, según expresaron los senadores Padierna, Encinas y Bartlett, es uno de los más relevantes de la Carta Magna, ya que es el que establece la propiedad de la nación, de forma inalienable e imprescriptible, sobre el petróleo y los hidrocarburos sólidos, liquidos y gaseosos. Prohíbe además las concesiones.
A ese artículo 27 constitucional, que no ha sufrido cambios desde 1958, se le agrega: “Con el propósito de obtener ingresos que contribuyan al desarrollo de largo plazo de la nación, ésta llevará a cabo las actividades de exploración y extracción mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos con éstas o con particulares en los términos de la ley reglamentaria”.
Encinas hizo notar que esa redacción es contradictoria, ya que por un lado dice que la nación es propietaria del petróleo, pero por otro permite que se den contratos a particulares. Se da pie, recalcó, a todo tipo de contratos, que se regulan luego en el artículo cuarto transitorio, donde se deja claro que se otorgarán a empresas privadas hasta concesiones. “Es estúpido” ceder así la principal riqueza del país, indicó.
El priísta Daniel Amador Gaxiola insultó a Encinas desde su lugar, y el perredista le exigió que fuera a debatir, que tuviera valor. Pero ningún legislador del tricolor –hasta el cierre de esta edición– participó en el debate; se desecharon las propuestas de mantener la redacción actual del artículo 27 constitucional.
“Este es un día histórico, han echado de la Constitución el artículo toral que permitía al Estado mexicano mantener la propiedad del petróleo y la electricidad”, advirtió Bartlett. Recalcó que con ello el presidente Enrique Peña Nieto cumple con sus compromisos con Estados Unidos, país que desde hace décadas presionó para que se modificara la Carta Magna en materia petrolera.
La mayoría, silenciosa, desechó la propuesta de eliminar los cambios propuestos en el dictamen al artículo 25 constitucional. En este último, expuso Padierna, se borra la expresión “organismos públicos” y se sustituye por “empresas productivas del Estado”, término en el que se engloba a Pemex y CFE.
A través de ese nuevo artículo 25 y varios transitorios, “a la CFE le dan solamente 12 meses de vida y después desaparecería. Habrá otro organismo que simplemente distribuya la electricidad y se le quitan todas las facultades de la cadena productiva de la industria eléctrica. En el caso de Pemex le dan cinco años de vida, si demuestra que tiene la capacidad de inversión, la competitividad comparada con las petroleras internacionales”.
Encinas recalcó que a partir de ese cambio se condena a la extinción inmediata a la CFE y se deja el servicio público de energía eléctrica en manos de compañías extranjeras, a las que sólo les importa el lucro y el negocio.
Cinco oradores más insistieron en que se eliminara ese cambio, pero la mayoría tricolor y blanquiazul lo impidió. A los priístas y panistas no les importó que varios oradores los llamaran “traidores a la patria”, como lo hizo el perredista Adán Augusto López.
“No quieren debatir, porque no tienen ideas, porque desconocen el contenido de esa reforma, que fue elaborada en las oficinas centrales de alguna trasnacional”, recalcó Mayans.
Cerca de la medianoche, cuando estaba por votarse la reserva al artículo 28 constitucional, hubo un empate en la votación y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Jorge Luis Preciado, propuso un acuerdo parlamentario para suspender ahí el debate y transferir al pleno la discusión de las reservas que faltan. Hubo oposición de PRD y PT, por lo que se hizo un receso.

Andrea Becerril y Víctor Ballinas, La Jornada, 10 de diciembre.

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