Santos: el narcotráfico no acabó con Escobar

BOGOTÁ (Agencias).— El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reconoció ayer, en la víspera del vigésimo aniversario de la muerte de Pablo Escobar, líder del cártel de Medellín, que el negocio del narcotráfico no terminó con el fallecimiento del capo.
El mandatario opinó que “veinte años después tenemos que decir que, así como el problema no nació con Escobar, tampoco terminó con él. Desde su muerte, hemos visto transformaciones trascendentales para la institucionalidad colombiana”.
Santos destacó el fortalecimiento de la Policía en el combate de la corrupción y de la inmersión del narcotráfico en las estructuras del Estado, la consolidación de la Fiscalía en sus capacidades investigativas y la reducción de los niveles de impunidad respecto hace veinte años.
Por su parte, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, consideró que la muerte de Escobar “sin duda alguna sacó a Colombia del camino del narcotráfico y lo encauzó por el de la esperanza y la victoria definitiva contra los carteles de la droga”.
Pinzón destacó que la labor de las fuerzas de seguridad del Estado ha permitido acabar con los carteles de Medellín, Cali, Norte del Valle y del Caribe, y que la alianza con otros países ha llevado a la detención de 44 capos que se escondían en Argentina, Brasil, Venezuela y Ecuador.
“En Estado, dinero caliente”
Ayer mismo se divulgó por vez primera una entrevista que hiciera la periodista Yolanda Ruiz a Escobar hace 25 años, donde el capo asegura que “los dineros calientes están incluidos en los sectores económicos del país, el mismo Estado y el mismo gobierno recibe los impuestos que pagan los comerciantes de drogas”.
“El Estado recibe ese dinero cuando recibe impuestos de las personas que están sindicadas de comerciar con drogas ilegales”, dijo entonces el narcotraficante, quien le declaró una guerra al Estado para presionar por la no extradición a EU de los criminales del narcotráfico.
El líder del cártel de Medellín creía que , todas “estas personas que son sindicadas públicamente de pertenecer al narcotráfico son realmente las únicas personas que están invirtiendo en el país”.
“Un chivo expiatorio”
Entretanto, el hijo de Escobar, Juan Sebastián Marroquín, declaró que: “Mi padre sirve en Colombia como un gigantesco chivo expiatorio, al que se le han atribuido delitos que fueron cometidos por otros”.
Sobre los numerosos asesinatos que se atribuyen a su padre, el empresario declara que Escobar fue un personaje contradictorio, muy generoso pero muy violento, del que “aún no se ha escrito la verdadera historia”.
“Hay muchísimas teorías pero ninguna certeza”, añade Marroquín, quien destaca que el capo de la droga nunca fue condenado en ningún juicio.
El hijo de Escobar asegura que todo el mundo se benefició en Colombia del negocio de la cocaína en la época de su padre y que aún hoy “llega al país un montón de dinero a través del narcotráfico”.
Con respecto al debate sobre la legalización de las drogas, el hijo de Escobar asegura que la prohibición genera violencia y un producto de mala calidad.
El Universal, 2 de diciembre.

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