Morena advierte que como partido no admitirá presiones internas ni externas

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) considera que si se aprueba su registro como partido político se consolidará como organización de izquierda y no admitirá “forma alguna de presión o manipulación de la voluntad de sus integrantes por grupos internos, corrientes o facciones o por intereses externos”, y sus militantes serán protagonistas del cambio verdadero.

En sus estatutos señala que sus candidatos en procesos electorales –25 por ciento de carácter externo, obligatoriamente– no actuarán con el ánimo de obtener privilegios, sino para satisfacer los objetivos superiores que demanda el pueblo de México.

Además, “no se permitirá que los dirigentes promuevan a sus familiares hasta el cuarto grado en línea directa y hasta el segundo grado por afinidad”.

Cancelará el registro de precandidatos o candidatos que incurran en conductas que impliquen compra, presión o coacción de la voluntad de militantes de Morena y/o ciudadanos.

Asegura que promoverá la equidad por razones de género, edad, origen étnico, actividad, condiciones económicas, sociales y de procedencia regional, estatal, comunitaria, así como la diversidad y pluralidad que caracterizan al pueblo de México en puestos de representación.

Establece que no participarán funcionarios públicos en los procesos de selección de candidatos, a menos que se separen de sus cargos, conforme a la ley.

Morena se sostendrá fundamentalmente de las aportaciones de sus propios integrantes, quienes, salvo situaciones de desempleo o pobreza extrema, deberán contribuir con recursos, añade.

“Legisladores o representantes populares electos por Morena deberán aportar el equivalente a 30 por ciento de sus percepciones totales (salario, aguinaldo, bonos y prestaciones).”

Las prerrogativas se utilizarán “exclusivamente en apoyo a la realización del programa y plan de acción de Morena, preferentemente en actividades de organización, concientización y formación política de sus integrantes”.

Apunta que “no se considerará como salario, ni incluirá prestaciones individuales, la aportación económica que reciba cualquier dirigente para la realización de sus tareas en nuestra organización, la cual no podrá exceder en ningún caso de 30 salarios mínimos”.

El Comité Ejecutivo Nacional de Morena, de convertirse en partido político, quedará integrado por 21 personas; conducirá a la organización entre sesiones del Consejo Nacional, cuya presidencia mantendrá Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, el máximo órgano de dirección será el congreso nacional, que sesionará de manera ordinaria cada tres años, al concluir los procesos electorales federales.

El programa de Morena convoca al pueblo a movilizarse “para resistir las reformas neoliberales y las políticas antipopulares”, así como luchar para “cambiar el régimen de corrupción, antidemocracia, injusticia e ilegalidad”.

Alma Muñoz, La Jornada, 2 de febrero.

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