Vuelven a Cuba para invertir

LA HABANA.- Más de un millar de emigrados cubanos retornan cada año para iniciar una nueva vida en la Isla.

Lo anterior, a partir de la apertura socioeconómica del Gobierno de Raúl Castro.

Según datos de la Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE) del Ministerio del Interior, el proceso de repatriación -prohibido durante décadas a quienes abandonaban la Isla- forma parte de la reciente reforma migratoria y está resultando un éxito.

"En este proceso de retorno son más los que llegan con dinero e intenciones de invertir en negocios particulares, que aquellos que regresan con el amargo sabor del fracaso por no haber podido salir adelante en el país elegido para vivir", asegura el coronel Lamberto Fraga Hernández, segundo jefe de la Dirección de la DIE.

Por su parte, las autoridades están facilitando los trámites e intentan que los repatriados tengan lo antes posible su documentación en regla.

"Realmente no se la negamos a muchas personas. Por el contrario, se ha ido hecho viable, y quienes solicitan regularizar su situación para quedarse son atendidos en plazos breves, no más de 90 días" afirmó el funcionario. Además Fraga señaló que hace tiempo los que han querido quedarse se han quedado.

"Vienen de visita, se quedan, y nadie se lo impide, tarde o temprano legalizaban su situación jurídica y ya", comentó.

Carlos de Laguarida tiene 34 años y se fue a España hace una década, intentando alcanzar mejores condiciones de vida que las que ofrecía su país.

Hoy, sentado en uno de los nuevos bares privados de La Habana, ubicado en la azotea de una hermosa casona de El Vedado, Carlos cuenta a REFORMA los motivos de su regreso.

"Regreso para vivir con una mujer cubana que me ha robado el corazón y no quiere vivir fuera de la isla. Esa es la primera motivación, la más fuerte.

"Pero me encuentro con un país tan diferente al que dejé, que se me ocurren varios planes de futuro aquí", afirma el recientemente repatriado.

De Laguardia viene con algún dinero y con una renta mensual que le proporciona el alquiler de su negocio de dulces, que logró con el esfuerzo de muchos años de trabajo en Barcelona, España.

Mientras preparan la boda, él y su novia estudian qué pequeña empresa pueden crear en Cuba.

Liliana de la Cruz es otra treintañera que aterrizó en La Habana luego de siete años trabajando en la universidad de Columbia, Nueva York.
En su caso, la idea de quedarse surgió tras una visita a la familia en el verano de 2013.

"Hay una esperanza nueva en la gente de mi generación que antes no tenía ninguna.

"Creo que los cambios son reales. Los he podido ver con mis propios ojos en este viaje: podemos comprar y vender nuestras propiedades, establecer negocios y viajar sin pedir permiso, tres cambios que serán cosméticos para quienes los observan de afuera, pero que a los que viven en Cuba les han cambiado la vida", cuenta De la Cruz.

Carlos y Liliana forman parte de los miles de jóvenes isleños que se plantean el regreso a Cuba.

Como ellos, cada vez son más los que intentan iniciar una nueva vida en el país a partir de la apertura socioeconómica que aplica el Gobierno raulista.

Liliana de la Cruz profesora cubana en NY

"Hay una esperanza nueva en la gente de mi generación que antes no tenía ninguna. Creo que los cambios son reales (...) podemos comprar y vender nuestras propiedades, establecer negocios y viajar sin pedir permiso".

"Son cambios que serán cosméticos para quienes los observan de afuera, pero que a los que viven en Cuba les han cambiado la vida".

Yolanda Martínez corresponsal Reforma, 4 de febrero.


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