Ex titulares del IFE expresan esperanza y escepticismo en discursos de adiós

Sentados en la herradura del salón de sesiones del Instituto Federal Electoral (IFE) que alguna vez presidieron, casi todos los ex consejeros presidentes del organismo en vías de extinción pronunciaron su último discurso. El último, a cargo del presidente en turno, Benito Nacif, quien, a manera de colofón, lanzó:El IFE ha cumplido. La democracia mexicana tendrá en el INE (instituto nacional de elecciones) un nuevo rostro, pero las mismas bases.
Rostros del viejo régimen que presidieron en la transición, como el defenestrado ex secretario de Gobernación Patrocinio González Blanco, compartían la herradura de la democracia con quien condujo la elección que puso fin al partido hegemónico: José Woldenberg. O el ahora secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, con Leonardo Valdés, presidente durante la segunda alternancia.
Acto sui generis, lo calificó el ex consejero presidente Luis Carlos Ugalde:Festejo de 23 años, pero también el último evento público de su vida institucional, para luego suavizar, en realidad se trata de una mutación que, estoy seguro, conservará la esencia.
Acaso el más escéptico de la nueva institución por un sinnúmero de razones, Ugalde agregó: la importancia del IFE en la vida democrática, y esa importancia es proporcional también a la desconfianza que ha tenido nuestro sistema electoral. Sus advertencias también alcanzaron a la fiscalización de gastos partidistas, para contener las erogaciones por arriba de los topes de ley.
Contemplaban la escena a un costado de la herradura, ex consejeros y funcionarios y asesores del área ejecutiva, cada vez más inmersos en un ambiente de incertidumbre ante el inminente final del instituto.
Pasos hacia el abismo
La tanda de discursos fue abierta por Patrocinio González Blanco, quien omitió evocar la historia y su paso por la institución en su calidad de secretario de Gobernación, tras el alzamiento zapatista.
Me preocupa más el futuro, advirtió a manera de explicación para un discurso que no ocupó más de dos minutos. Los mismos para advertir que no haya un avasallamiento centralista con el INE y convocar a los presentes que tanto apoyaron al IFE a vigilar que los pasos que se den sean adelante, no hacia el abismo.
Lejos de ese tremendismo, Chuayffet optó por justificar la reforma que finiquitó al IFE: La democracia es tránsito, siempre es búsqueda. Para quien negoció en su momento, como secretario de Gobernación, la autonomía plena del IFE, en la instrumentación de la reforma no hay abismos visibles, pues la nueva autoridad en materia de elecciones no va a partir de cero, sino de un formidable legado del IFE.
Acaso porque la víspera ofreció una conferencia magistral, José Woldenberg se concentró en defender la autonomía de la autoridad electoral, pues se trata un requisito central para que los principios de los que habla la Constitución se vuelvan realidad. Insistió en que convertir a los consejeros del INE en correas de transmisión de los partidos, no les sirve ni a ellos mismos.
En la misma sintonía habló Andrés Albo, quien ocupó el cargo, tras la única renuncia a la presidencia que registró la historia del IFE. Es indispensable el respeto a la autonomía y la independencia, pues cuando esto se cumplió, el IFE cumplió con creces, cuando no, enfrentó obstáculos innecesarios y hasta injustos que entorpecieron sus funciones.
Leonardo Valdés hizo un recuento de la evolución legal que derivó en la creación del INE, para subrayar sobre una nueva función a ejercer por la nueva institución, hacer cumplir la ley de partidos políticos y, con ello, vigilar la democracia interna de los partidos.
Casi dos horas duró el foro. En la mesa del IFE, el magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Alejandro Luna Ramos, calificó al IFE de parteaguas de la democracia mexicana.
Nacif cerró el acto con un discurso con evidente sabor de despedida. Las horas están contadas y sólo falta que desde San Lázaro se fije la fecha de la desaparición.
Alonso Urrutia, La Jornada, 22 de marzo.

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