Venezolanos, hartos de escasez

La Guardia Nacional Bolivariana reprimió ayer una marcha opositora, durante una nueva jornada de protestas en varias ciudades venezolanas en reclamo por el pronunciado desabastecimiento que vive el país, al tiempo que el presidente Nicolás Maduro reiteró su invitación a “estudiantes y opositores” a un “diálogo de paz”.
Cientos de mujeres opositoras participaron en la “Marcha de las cacerolas vacías” en la plaza Francia Altamira, en el norte de Caracas, con pancartas que rezaban: “No hay, no hay ¿Hasta cuándo?”.
La protesta fue reprimida con gases lacrimógenos, luego de que el alcalde oficialista Jorge Rodríguez dijera que la “marcha de la derecha” no estaba autorizada. La oposición pretendía entregar un documento en el Ministerio de Alimentación denunciando el desabastecimiento y la inflación en el país, superior al 56% en 2013.
La marcha fue replicada en San Cristóbal (Táchira), Valencia, Mérida y otras ciudades del interior del país. Hasta ayer, el saldo de más de 30 días de manifestaciones era de 21 muertos, según el balance que presentó el viernes el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien informó que las últimas dos muertes se registraron en la urbanización caraqueña de Los Ruices.
Pese a la continuidad de las protestas, Maduro aseguró que “quedan 6 u 8 (focos violentos) en el país” y que la mayoría se han extinguido gracias a “los propios vecinos”, aunque negó que su llamado a grupos civiles a enfrentar las protestas opositoras haya provocado más violencia.
“Era un llamado a la tolerancia con el vecino, a que cuidemos la paz, a no permitir que nos incendien el país. Estoy haciendo un llamado a la tolerancia, a la coexistencia”, dijo, y acusó a la oposición de los disturbios.
“Ellos comenzaron el chuckyleo”, afirmó. Sin embargo, reiteró su invitación al diálogo a “estudiantes y opositores. “Vamos a hablar, el miércoles, si quieren. Vamos a discutir, escuchar y rectificar, si así fuera necesario, en pro de la educación pública gratuita”, dijo.
El presidente no se olvidó de Panamá, nación con la que esta semana decidió romper relaciones por haber impulsado la reunión en la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar el tema de la crisis venezolana. “Panamá se quedó en la OEA sin el chivo y sin el mecate”, dijo Maduro, y agradeció a los 29 países que “respaldaron la posición de Venezuela”.
También se lanzó contra la periodista Christiane Amanpour, de CNN, a la que acusó de haberle sacado “unos billetes” durante una entrevista que además, dijo, fue “editada” y se le cortaron “cosas claves”.
En tanto, la defensora del Pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez, dijo que de las 21 muertes en las protestas cuatro son investigadas por la presunta participación “irregular” de las fuerzas del orden. Asimismo, señaló haber recibido 42 denuncias de “violación a la integridad física”, entre ellas casos presentados como tortura, que también son investigados.
La funcionaria destacó que 10 de las víctimas fatales cayeron tiroteadas en las “guarimbas” (barricadas) levantadas en calles y que Ramírez describió como “trampas para cazar seres humanos”. (Con información de agencias)
José Vales corresponsal, El Universal, 9 de marzo.

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