Dan golpe a opositores en capital venezolana

CARACAS.- El Gobierno de Nicolás Maduro asestó un golpe a la Oposición venezolana, que se manifiesta en las calles de la capital.

Cerca de un millar de efectivos de las fuerzas de seguridad asaltaron la madrugada de ayer los principales reductos en Caracas de los movimientos estudiantiles.

Durante la operación, los agentes derribaron cuatro campamentos al este de la ciudad.

Ahí pernoctaban desde hacía semanas militantes de las facciones estudiantiles más radicales de Oposición, vanguardia de las protestas antigubernamentales que tienen lugar en varias ciudades venezolanas desde febrero.

De acuerdo con reportes oficiales, 243 personas resultaron detenidas. Pero versiones de voceros estudiantiles y denuncias en las redes sociales llevaban esa cifra a más de 600, 
incluyendo menores de edad.

El Ministro del Interior y Justicia, el General Miguel Rodríguez, se felicitó por una operación limpia que habría contado con el factor sorpresa como principal aliado.

En sus declaraciones, Rodríguez afirmó que en los campamentos se incautaron armas, drogas y divisas extranjeras.

Las autoridades afirmaron que desde esos sitios se coordinaban actos terroristas de desestabilización.

Si bien el Gobierno justificó las incursiones con su obligación de restaurar el orden público, sus efectos inmediatos fueron los contrarios: la tarde de ayer, diversas zonas del este de Caracas permanecían paralizadas por protestas callejeras en demanda de la liberación de los detenidos.

Incluso, un Policía murió ayer por herida de bala durante las protestas.

Además, la audiencia judicial del dirigente opositor Leopoldo López, en la que se decidiría si se le enjuicia, fue diferida porque el tribunal amaneció sin despacho, según su partido, Voluntad Popular.

López, a quien el Gobierno detuvo tras acusarlo de estar a la cabeza de un plan para derrocar a Maduro, fue trasladado nuevamente a la cárcel militar de Ramo Verde.

La batida fue el colofón de una escalada represiva que comenzó, el miércoles en la noche cuando los servicios de inteligencia detuvieron a Rodrigo Diamanti, dirigente de la ONG Un Mundo sin Mordaza, que lucha a favor de la libertad de prensa.

También al final del miércoles, el órgano rector de las telecomunicaciones, el Conatel, anunció el cierre del programa Plomo Parejo, un popular espacio de denuncias y chismes políticos conducido en la radioemisora capitalina RCR 750.

De acuerdo con los portavoces del organismo estatal, el programa incitaba a la violencia.

En tanto, el Ejecutivo estadounidense dijo ayer al Senado que considera prematuro sancionar en este momento a funcionarios venezolanos denunciados por violaciones a los derechos humanos debido a que así se lo han comunicado integrantes de la coalición opositora que negocia hace un mes con el Gobierno.

Reforma, 9 de enero.


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