BOGOTÁ (DPA y Reuters).— El presidente colombiano, Álvaro Uribe, aceptó ayer la renuncia del comandante del Ejército, general Mario Montoya, y nombró en ese cargo al general Óscar González tras el escándalo por el asesinato de 23 jóvenes presentados por militares como muertos en combate.
Uribe reveló que trató de persuadir a Montoya para que no dimitiera a su cargo después de que la oposición pidiera su cabeza y la del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien afirmó que no renunciaría.
“Yo le dije: general, no renuncie, usted ha hecho una labor operativa muy buena, excelente. Miremos cómo vamos superando estas dificultades. Él insistió por diferentes razones y ante esa decisión del general Montoya... se ha tomado la decisión de nombrar al general Óscar González, comandante del Ejército”, dijo Uribe.
“Señor presidente he pasado 39 años al servicio de mi patria, hoy considero haber llegado al final de la jornada”, dijo el general Montoya en una carta en la que solicitó su retiro.
El mandatario colombiano tomó la decisión de aceptar la renuncia del jefe del Ejército tras un encuentro privado que mantuvo con el ministro Santos y con el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla.
Los hechos que provocaron el escándalo y la crisis al interior del Ejército se relacionan con la desaparición de al menos 11 jóvenes de un sector obrero del sur de Bogotá, que posteriormente fueron reportados como muertos en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
El caso reactivó los denominados “falsos positivos”, relacionados con supuestas ejecuciones extrajudiciales de inocentes por parte de efectivos del Ejército, una aparente estrategia para mostrar resultados en la lucha contra los grupos armados ilegales y conseguir beneficios.
Uribe reveló que trató de persuadir a Montoya para que no dimitiera a su cargo después de que la oposición pidiera su cabeza y la del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien afirmó que no renunciaría.
“Yo le dije: general, no renuncie, usted ha hecho una labor operativa muy buena, excelente. Miremos cómo vamos superando estas dificultades. Él insistió por diferentes razones y ante esa decisión del general Montoya... se ha tomado la decisión de nombrar al general Óscar González, comandante del Ejército”, dijo Uribe.
“Señor presidente he pasado 39 años al servicio de mi patria, hoy considero haber llegado al final de la jornada”, dijo el general Montoya en una carta en la que solicitó su retiro.
El mandatario colombiano tomó la decisión de aceptar la renuncia del jefe del Ejército tras un encuentro privado que mantuvo con el ministro Santos y con el comandante de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla.
Los hechos que provocaron el escándalo y la crisis al interior del Ejército se relacionan con la desaparición de al menos 11 jóvenes de un sector obrero del sur de Bogotá, que posteriormente fueron reportados como muertos en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
El caso reactivó los denominados “falsos positivos”, relacionados con supuestas ejecuciones extrajudiciales de inocentes por parte de efectivos del Ejército, una aparente estrategia para mostrar resultados en la lucha contra los grupos armados ilegales y conseguir beneficios.
El Universal, 5 de noviembre.
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