De acuerdo a la ley, el Consejo General del Instituto determina los topes de precampañas por precandidato y tipo de elección en el mes de noviembre -antes de la elección- y será el equivalente a 20% del establecido para las campañas inmediatas anteriores.
Cabe recordar que en los comicios del 5 de julio del 2009 estarán en disputa 500 diputaciones federales, de las cuales 300 son de mayoría relativa -es decir, se tendrá que hacer proselitismo para ganarla- mientras que las 200 curules restantes se asignan a los partidos según la votación obtenida.
Candidatos bajo la lupa
En el proyecto del IFE se especifica que cada partido entregará a la Unidad de Fiscalización del Instituto -a los 30 días posteriores a la conclusión de los procesos de selección interna de candidatos- los informes de ingresos y gastos de los precandidatos.
Y en este informe el instituto político reportará los gastos por la realización de sus procesos de selección interna y precampañas, así como los ingresos utilizados para financiarlos.
Así, estarán comprendidos dentro de los topes de precampaña conceptos como: gastos de propaganda, que incluyen los erogados por bardas, mantas, volantes, pancartas, equipos de sonido, eventos políticos y propaganda utilitaria.
En gastos operativos entrarán los sueldos y salarios del personal eventual, el arrendamiento de bienes muebles e inmuebles, gastos de transporte de material y personal, así como viáticos.
Los gastos de propaganda en diarios, revistas y otros medios impresos serán: inserciones pagadas, anuncios publicitarios y sus similares, tendentes a la obtención del voto. El proyecto explica que tanto el partido y candidato contratante como el medio impreso deberán identificar que se trata de propaganda o inserción pagada.
Mauricio Rubí, El Economista, 26 de noviembre.
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