El procurador General de la República, Eduardo Medina-Mora, dijo ayer que ante los altos niveles de asesinatos y delitos en general alcanzados en Chihuahua, en especial en Ciudad Juárez, se debe aplicar un programa de “tolerancia cero” en el cual “la ciudadanía denuncie los actos ilegales y colabore con las autoridades”.
Sostuvo que la principal causa de la violencia en Chihuahua es la disputa entre grupos criminales por el control del tráfico de droga y su venta al menudeo.
Agregó que los narcotraficantes no vacilan en lastimar o asesinar a civiles que se encuentran en los lugares donde se enfrentan con sus rivales o ejecutan a sus propios miembros.
Medina-Mora señaló que a las ejecuciones entre rivales y ataques a policías federales, estatales y municipales se suman las extorsiones, secuestros y robos en contra de la población.
“Las comunidades seguras necesitan, claro, buenos policías, pero esto no basta, las comunidades seguras las construimos los ciudadanos con el respeto a las leyes y reglamentos, y también es necesario que avancemos hacia la identificación de una cultura de respeto a la legalidad más sólida, que rechace de tajo los actos ilegales, que denuncien delitos y acepten autoridad y su oferta para colaborar con ellas.
“Ciudad Juárez puede aglutinar, por ejemplo, estos propósitos y así poner en marcha un programa de 'tolerancia cero' como el que se requiere ante una circunstancia tan extraordinariamente crítica que enfrentan en esa ciudad”, dijo.
Sostuvo que la principal causa de la violencia en Chihuahua es la disputa entre grupos criminales por el control del tráfico de droga y su venta al menudeo.
Agregó que los narcotraficantes no vacilan en lastimar o asesinar a civiles que se encuentran en los lugares donde se enfrentan con sus rivales o ejecutan a sus propios miembros.
Medina-Mora señaló que a las ejecuciones entre rivales y ataques a policías federales, estatales y municipales se suman las extorsiones, secuestros y robos en contra de la población.
“Las comunidades seguras necesitan, claro, buenos policías, pero esto no basta, las comunidades seguras las construimos los ciudadanos con el respeto a las leyes y reglamentos, y también es necesario que avancemos hacia la identificación de una cultura de respeto a la legalidad más sólida, que rechace de tajo los actos ilegales, que denuncien delitos y acepten autoridad y su oferta para colaborar con ellas.
“Ciudad Juárez puede aglutinar, por ejemplo, estos propósitos y así poner en marcha un programa de 'tolerancia cero' como el que se requiere ante una circunstancia tan extraordinariamente crítica que enfrentan en esa ciudad”, dijo.
Crónica, 28 de noviembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario