El embajador Luis Alfonso de Alba, representante especial de México para cambio climático, dijo que es posible lograr un compromiso global para reducir entre 18 y 19 por ciento la emisión de gases efecto invernadero, “que sería un mayor nivel de lo que se había planteado en el Protocolo de Kyoto”.
Explicó que en el proyecto asumido en la COP-3, realizada en Japón en 1997, sólo englobaba al 28 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en el mundo y su objetivo era disminuir en 5 por ciento el nivel de emisiones.
Pero ahora, con los ofrecimientos presentados en esta reunión por países como China, Estados Unidos, India, Sudáfrica, Brasil y México, entre otros, se habla del 80 por ciento de las emisiones globales con niveles de reducción de 18 a 19 por ciento.
En conferencia de prensa para dar a conocer los avances de las negociaciones, aseguró que estos ofrecimientos están muy por arriba de los límites establecidos en el Protocolo de Kyoto.
Sin embargo, señaló que esta reducción de entre el 18 y 19 por ciento en los gases efecto invernadero, “aún está por debajo de lo que la ciencia recomienda”, por lo que es necesario elevar el nivel de ambición.
METAS. En ese sentido, de Alba Góngora señaló por ejemplo que países desarrollados, como Noruega, tienen metas muy altas y ambiciosas, mientras que Estados Unidos elevó sus ofertas, pero aún tiene “un nivel de ambición modesto”.
Respecto a los fondos de mitigación de emergencia comprometidos el año pasado en Copenhague dijo que durante 2010 se entregaron casi siete mil millones de dólares y es viable alcanzar 30 mil millones comprometidos para antes de 2012.
Insistió que los fondos sí están fluyendo, pero también se necesita elevar el nivel de ambición para lograr mayores reducciones en la emisión de gases de efecto invernadero.
En cuanto a las declaraciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva (quien canceló su participación), en el sentido de que Cancún acabaría sin avances, recordó que esta reunión es parte de un proceso y “quien espere un Big Bang está en un error”.
Las condiciones y la complejidad de las negociaciones no lo permiten, agregó De Alba pero descartó que alguna delegación muestre actitud negativa o de no querer un acuerdo. “Yo no he visto ninguna actitud que no sea de pleno compromiso con las negociaciones”, aseguró.
La Crónica, 2 de diciembre.
Explicó que en el proyecto asumido en la COP-3, realizada en Japón en 1997, sólo englobaba al 28 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en el mundo y su objetivo era disminuir en 5 por ciento el nivel de emisiones.
Pero ahora, con los ofrecimientos presentados en esta reunión por países como China, Estados Unidos, India, Sudáfrica, Brasil y México, entre otros, se habla del 80 por ciento de las emisiones globales con niveles de reducción de 18 a 19 por ciento.
En conferencia de prensa para dar a conocer los avances de las negociaciones, aseguró que estos ofrecimientos están muy por arriba de los límites establecidos en el Protocolo de Kyoto.
Sin embargo, señaló que esta reducción de entre el 18 y 19 por ciento en los gases efecto invernadero, “aún está por debajo de lo que la ciencia recomienda”, por lo que es necesario elevar el nivel de ambición.
METAS. En ese sentido, de Alba Góngora señaló por ejemplo que países desarrollados, como Noruega, tienen metas muy altas y ambiciosas, mientras que Estados Unidos elevó sus ofertas, pero aún tiene “un nivel de ambición modesto”.
Respecto a los fondos de mitigación de emergencia comprometidos el año pasado en Copenhague dijo que durante 2010 se entregaron casi siete mil millones de dólares y es viable alcanzar 30 mil millones comprometidos para antes de 2012.
Insistió que los fondos sí están fluyendo, pero también se necesita elevar el nivel de ambición para lograr mayores reducciones en la emisión de gases de efecto invernadero.
En cuanto a las declaraciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva (quien canceló su participación), en el sentido de que Cancún acabaría sin avances, recordó que esta reunión es parte de un proceso y “quien espere un Big Bang está en un error”.
Las condiciones y la complejidad de las negociaciones no lo permiten, agregó De Alba pero descartó que alguna delegación muestre actitud negativa o de no querer un acuerdo. “Yo no he visto ninguna actitud que no sea de pleno compromiso con las negociaciones”, aseguró.
La Crónica, 2 de diciembre.
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