Las dirigencias sindicales eran las grandes ganadoras de la reforma laboral.
No estarán obligadas a transparentar a sus agremiados el manejo que hagan de las cuotas ni el patrimonio de la organización ni tendrán que agregar a sus estatutos la elección por voto libre, directo y secreto.
La decisión fue tomada en comisiones gracias al voto decisivo del diputado del PT Adolfo Orive, ex funcionario del sexenio salinista, quien se unió con PRI-PVEM-Panal en el rechazo a incorporar la elección por voto secreto.
Al cierre de la edición, aún faltaba que votaran en el pleno.
Reforma, 29 de septiembre.
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