pero su alcance puede ser aumentado. Se manifestó por
romper mitos que tienen atavismos históricos mal interpretados. El legislador, que trabaja de cerca con el equipo de Enrique Peña Nieto, recalcó que la reforma energética es prioridad del presidente electo. Sostuvo que no se trata de privatizar Pemex, sino con imaginación,
combinar capital público y privadoe ir por
asociaciones públicas estratégicas e inteligentes. Es urgente, insistió, tomar cartas en el asunto y entrar a debatir con honestidad, apertura y con altura de miras, el futuro que quiere y requiere México. Al hablar a nombre del PRI, el senador José Ascensión Orihuela sostuvo que
Pemex no puede seguir funcionando como lo hacía en el siglo pasado. Consideró
un falso debatehablar de privatización.
No podemos mentirle a la sociedad; modernizar Pemex no significa que el Estado pierda la rectoría de los recursos que le pertenecen a todos los mexicanos; por el contrario, representa la invaluable oportunidad de convertirla en una empresa eficiente y productiva.
Andrea Becerril y Víctor Ballinas, La Jornada, 4 de octubre.
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