Miembros de la disidencia interna en Cuba consideraron ayer que las elecciones generales que se celebrarán hoy en Cuba son “una burla”, “más de lo mismo” y “una obra de teatro”.
También estimaron que “no tiene ningún valor” y que será “un acto formal” el proceso electoral que concluirá en 45 días con la instalación de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) para una legislatura de cinco años y la designación del nuevo Consejo de Estado.
La disidencia coincidió en que, independientemente de que el convaleciente Fidel Castro, de 81 años y retirado de la vida pública por enfermedad, será reelegido al frente del Consejo de Estado, por lo que el jefe de la revolución seguirá tomando las decisiones del país.
El ex preso político Óscar Espinosa Chepe, integrante del grupo de 75 disidentes condenados en la primavera del 2003, consideró que la eventual renovación del mandato de Fidel “no tiene ningún valor, en definitiva la persona que se quede va a hacer lo que él diga, si está o no está, eso no tiene peso ninguno”.
Por su parte, Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), tildó las elecciones de “tomadura de pelo” y de “grave violación de la soberanía popular”.
Las “Damas de Blanco”, integrado por mujeres familiares del “grupo de los 75”, tampoco han hecho ningún llamado a que se adopte una posición ante los comicios.
“Los cubanos votan porque si no (lo hacen), puede tener consecuencias para su trabajo, el estudio y su vida en general. Hay muchas personas que lo hacen porque siguen apoyando al gobierno”, añadió.
Nota de EFE desde La Habana, 20 de enero.
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