La principal razón por la cual se recurre a la tortura es la deficiente investigación que existe entre los miembros de Policía Judicial, aseguró ayer el ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza.
"Como no hay investigación, entonces fabrican culpables y es un método para obtener confesiones, y en otros casos la vertiente más consolidada tiene que ver con actos de corrupción, de extorsión".
El titular de la Comisión de Derechos Humanos local (CDHDF) indicó que estas prácticas, son frecuentes y en la mayoría de casos, quedan impunes.
"Si los jueces no sentencian por tortura se manda un mensaje de tolerancia... se ha dado casos inclusive donde los propios jueces recalifican y dicen: 'eso no es tortura, sino lesiones'", explicó el ombudsman.
Ayer REFORMA publicó que el maltrato físico y psicológico a detenidos es un método que sobrevive en la PGJDF debido a la carencia de labores de investigación, al sistema corrupto de justicia y a que los delincuentes son cada vez más peligrosos, según agentes judiciales entrevistados.
No obstante, José Ramón Amieva, subprocurador Jurídico y de Derechos Humanos de la PGJDF argumentó que algunos delincuentes usan la tortura para aportar elementos a su defensa.
"No es generalizado, pero muchos delincuentes habituales o reincidentes ocupan la tortura y ponen quejas ante las comisiones de derechos humanos como un medio de defensa", dijo Amieva.
Álvarez Icaza señaló que esta postura es un falso debate sin sustento numérico y añadió que la Comisión a veces detiene sus investigaciones en la materia, ante la suplica de las víctimas de que su vida corre peligro o son amenazadas por la autoridad.
"Lo que se espera de la Procuraduría es un discurso ético que rechace la práctica... no se puede aceptar bajo ninguna facultad que se cometa tortura porque cualquier persona tiene a salvaguarda sus derechos con independencia de su estatus jurídico", puntualizó el ombudsman.
Por su parte el Procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, sin ahondar en la existencia de esta práctica, dijo que mantiene estrecha relación con la CDHDF y que atiende sus recomendaciones.
"Creo que en cualquier corporación policiaca puede haber siempre personas que desvíen la mira o el rumbo que se ha marcado.
"Lo importante aquí es que hayan los canales de control y de reacción por parte de las institución", comentó Mancera.
"Como no hay investigación, entonces fabrican culpables y es un método para obtener confesiones, y en otros casos la vertiente más consolidada tiene que ver con actos de corrupción, de extorsión".
El titular de la Comisión de Derechos Humanos local (CDHDF) indicó que estas prácticas, son frecuentes y en la mayoría de casos, quedan impunes.
"Si los jueces no sentencian por tortura se manda un mensaje de tolerancia... se ha dado casos inclusive donde los propios jueces recalifican y dicen: 'eso no es tortura, sino lesiones'", explicó el ombudsman.
Ayer REFORMA publicó que el maltrato físico y psicológico a detenidos es un método que sobrevive en la PGJDF debido a la carencia de labores de investigación, al sistema corrupto de justicia y a que los delincuentes son cada vez más peligrosos, según agentes judiciales entrevistados.
No obstante, José Ramón Amieva, subprocurador Jurídico y de Derechos Humanos de la PGJDF argumentó que algunos delincuentes usan la tortura para aportar elementos a su defensa.
"No es generalizado, pero muchos delincuentes habituales o reincidentes ocupan la tortura y ponen quejas ante las comisiones de derechos humanos como un medio de defensa", dijo Amieva.
Álvarez Icaza señaló que esta postura es un falso debate sin sustento numérico y añadió que la Comisión a veces detiene sus investigaciones en la materia, ante la suplica de las víctimas de que su vida corre peligro o son amenazadas por la autoridad.
"Lo que se espera de la Procuraduría es un discurso ético que rechace la práctica... no se puede aceptar bajo ninguna facultad que se cometa tortura porque cualquier persona tiene a salvaguarda sus derechos con independencia de su estatus jurídico", puntualizó el ombudsman.
Por su parte el Procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, sin ahondar en la existencia de esta práctica, dijo que mantiene estrecha relación con la CDHDF y que atiende sus recomendaciones.
"Creo que en cualquier corporación policiaca puede haber siempre personas que desvíen la mira o el rumbo que se ha marcado.
"Lo importante aquí es que hayan los canales de control y de reacción por parte de las institución", comentó Mancera.
Henia Prado y Arturo Sierra, Reforma, 2 de diciembre.
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