El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que la conferencia mundial del clima de la ONU, que se celebra en Cancún, carecerá de avances y “no resultará en nada”, criticando la ausencia de grandes líderes.
La conferencia de México “no resultará en nada. No va ningún gran líder, máximo ministros de medio ambiente, ni sé si van los ministros de exteriores; entonces no va a haber un avance”, afirmó Lula.
El presidente brasileño tachó además de “nebulosos” los compromisos que se están negociando para financiar la lucha contra la deforestación en las grandes selvas de América Latina, Asia y Africa. “Presentan la idea de una financiación muy nebulosa”, dijo.
Lula, que esta semana decidió cancelar su viaje a Cancún, dijo que en la conferencia del año pasado en Copenhague percibió “que el llamado mundo desarrollado, que parecía que tenía tanta preocupación por la cuestión ambiental, no tenía tanta preocupación como parecía”.
Interrogada sobre esta declaración, la responsable de la ONU para clima, Christiana Figueres, dijo en Cancún, que el encuentro “nunca tuvo por vocación ser una cumbre de jefes de Estado”, lo que sí había sido el caso en Copenhague.
Mientras, el negociador estadounidense Jonathan Pershing aseguró –también en Cancún– que “el proceso va a producir resultados.
“Todos los participantes de las negociaciones” hacen “esfuerzos para avanzar”, aseguró en conferencia de prensa.
Lula agregó que Brasil cumplirá, sin esperar financiación ni ayuda, sus compromisos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta 39 por ciento y la deforestación de la Amazonía en 80 por ciento para 2020.
“Nuestros compromisos los estamos cumpliendo y no necesitamos de favor para cumplirlos, los vamos a cumplir porque es nuestra obligación”, afirmó.
El gobierno brasileño presentó ayer el menor índice anual histórico de deforestación amazónica, que sumó 6.451 km cuadrados de selva devastada en los últimos 12 meses, 14 por ciento menos que el año anterior.
La deforestación amazónica convirtió a Brasil en el cuarto mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta, lo que llevó a Lula a comprometerse con fuertes reducciones en la cumbre de Copenhague en 2009.
De mantenerse la reducción de la deforestación a niveles actuales, Brasil podrá cumplir su meta cinco años antes de 2020, en 2015, anunció la ministra de Medio Ambiente Izabella Teixeira.
Representantes de 194 países intentan alcanzar un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la conferencia del clima de la ONU en Cancún, del 29 de noviembre al 10 de diciembre.
Brasil • AFP , Milenio, 2 de diciembre.
La conferencia de México “no resultará en nada. No va ningún gran líder, máximo ministros de medio ambiente, ni sé si van los ministros de exteriores; entonces no va a haber un avance”, afirmó Lula.
El presidente brasileño tachó además de “nebulosos” los compromisos que se están negociando para financiar la lucha contra la deforestación en las grandes selvas de América Latina, Asia y Africa. “Presentan la idea de una financiación muy nebulosa”, dijo.
Lula, que esta semana decidió cancelar su viaje a Cancún, dijo que en la conferencia del año pasado en Copenhague percibió “que el llamado mundo desarrollado, que parecía que tenía tanta preocupación por la cuestión ambiental, no tenía tanta preocupación como parecía”.
Interrogada sobre esta declaración, la responsable de la ONU para clima, Christiana Figueres, dijo en Cancún, que el encuentro “nunca tuvo por vocación ser una cumbre de jefes de Estado”, lo que sí había sido el caso en Copenhague.
Mientras, el negociador estadounidense Jonathan Pershing aseguró –también en Cancún– que “el proceso va a producir resultados.
“Todos los participantes de las negociaciones” hacen “esfuerzos para avanzar”, aseguró en conferencia de prensa.
Lula agregó que Brasil cumplirá, sin esperar financiación ni ayuda, sus compromisos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta 39 por ciento y la deforestación de la Amazonía en 80 por ciento para 2020.
“Nuestros compromisos los estamos cumpliendo y no necesitamos de favor para cumplirlos, los vamos a cumplir porque es nuestra obligación”, afirmó.
El gobierno brasileño presentó ayer el menor índice anual histórico de deforestación amazónica, que sumó 6.451 km cuadrados de selva devastada en los últimos 12 meses, 14 por ciento menos que el año anterior.
La deforestación amazónica convirtió a Brasil en el cuarto mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta, lo que llevó a Lula a comprometerse con fuertes reducciones en la cumbre de Copenhague en 2009.
De mantenerse la reducción de la deforestación a niveles actuales, Brasil podrá cumplir su meta cinco años antes de 2020, en 2015, anunció la ministra de Medio Ambiente Izabella Teixeira.
Representantes de 194 países intentan alcanzar un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la conferencia del clima de la ONU en Cancún, del 29 de noviembre al 10 de diciembre.
Brasil • AFP , Milenio, 2 de diciembre.
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