Avala el Senado reelegir Alcaldes

En una decisión de última hora, el Senado aprobó ayer una reforma a la Constitución que permite la reelección de Alcaldes.

Luego de casi 10 horas de discusión de la reforma política, el presidente de la Comisión de Desarrollo Municipal, el panista Ramón Galindo, propuso modificar el Artículo 115 de la Carta Magna, a pesar de que no formaba parte del dictamen que se debatía.

Los cambios, aprobados por 60 votos a favor y 26 en contra -del PRI y PVEM-, dejan en manos de los Congresos estatales decisiones que sólo podían tomar las Cámaras federales.

"Las constituciones de los estados definirán las bases para la elección de los ayuntamientos", señala la nueva redacción del 115.

Con esta facultad, las Legislaturas locales pueden definir las bases, tiempos y condiciones para la elección de los Alcaldes y hasta la creación de nuevas figuras en los Ayuntamientos.

"Esto deja de ser un tema federal para convertirse en un tema local que va a incentivar el debate de un nuevo modelo de los gobiernos municipales. Cada legislatura pueda darle forma a las bases de elección de los Ayuntamientos", explicó Galindo.

La aprobación de la reforma causó desconcierto entre los priistas, quienes han rechazado la reelección de Alcaldes durante la negociación de la reforma.


El maratón

El Senado vivió ayer una sesión maratónica, provocada por las reservas de senadores del PAN, el PRD, el PT y Convergencia sobre el dictamen de la reforma.

Durante casi 10 horas desfilaron por la tribuna legisladores que argumentaron pero no lograron ningún cambio de fondo.

Aunque se realizaron 44 reservas, sólo se modificaron de fondo dos artículos.

En ambos casos, los senadores recortaron de 180 a sólo 60 días el plazo para otorgar licencia al Presidente de la República.

Cuando el titular del Ejecutivo sobre pase el límite, será considerada ausencia absoluta y se activarán los mecanismos para su sustitución.

Los temas que generaron más críticas fueron el otorgar la iniciativa preferente al Presidente y no a los ciudadanos, la facultad de veto al Ejecutivo en el tema presupuestal y la reelección de legisladores federales.

"No rendimos cuentas como colegio, cada quien anda rindiendo cuentas en sus estados y los distritos, como puede", sentenció el perredista Pablo Gómez.

Tras 16 meses de discusión formal y varios millones de pesos gastados en asesorías y spots, el Senado aprobó una reforma política que abre espacios a los ciudadanos, establece nuevos mecanismos de gobernabilidad y avanza en la independencia de los órganos reguladores.

Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Pedro Joaquín Coldwell, defendió el contenido de la reforma, pese a que deja fuera varios temas.

A propuesta del Presidente Felipe Calderón, la reforma incluye la reelección consecutiva de senadores, en una ocasión, y de diputados, hasta en dos ocasiones.

El mecanismo no beneficiará a los legisladores en funciones.

Impulsada por el Ejecutivo y por el PRD, la reforma permite las candidaturas independientes de ciudadanos para todos los cargos de elección popular.

A propuesta del PRI, la reforma incluye la ratificación por el Senado de los titulares de los órganos reguladores en materia de Telecomunicaciones, Energía y Competencia Económica.




Lo que no fue

La reforma política aprobada en el Senado dejó fuera las siguientes propuestas:

· Reducción del Congreso
· Desaparición de plurinominales
· Acotar el fuero legislativo
· Segunda vuelta presidencial
· Gobiernos de coalición
· Ratificación de Gabinete
· Equidad de género
· Ley de partidos
· Reducción de prerrogativas
· Reducción del umbral para registro de partidos
· Autonomía constitucional de órganos reguladores

Claudia Guerrero y Carole Simonnet, Reforma, 28 de abril.