Advierten riesgo ante pérdida de mano de obra por migración

Víctor Hugo Lares Romero, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Azcapotzalco, resaltó que en el fenómeno de la migración de compatriotas de México hacia Estados Unidos se ha dejado de lado el asunto de la pérdida de mano de obra que registra nuestro país, y lo más lamentable, sostuvo, es que se trata de personal en edad productiva y quienes cada vez están más calificados.

El jefe del Departamento de Derecho de esa sede universitaria ponderó que en la llamada era del conocimiento urge que el Estado incremente considerablemente la inversión en el desarrollo de ciencia, tecnología y educación para resolver los problemas nacionales.

En este mismo sentido, el académico consideró que la riqueza económica que genera el fenómeno de la migración no se transfiere "de norte a sur", es decir, particularmente de Estados Unidos hacia nuestro país, o hacia Centro y Sudamérica, sino que ese "beneficio" se invierte desde nuestras naciones hacia la unión americana "porque perdemos mano de obra en edad productiva que cada vez es mucho más calificada".

Al respecto, aceptó que las remesas que recibe nuestro país por los migrantes radicados en Estados Unidos son una fuente muy importante de divisas, sin embargo, se ha dejado de lado el aspecto tan importante que representa para México perder esa fuga de la población.

La migración, indicó, representa la tercera fuente de divisas para México, empero, no se toma en cuenta que esta situación genera múltiples factores negativos como lo son la desintegración familiar, la destrucción cultural, el abandono del campo, malnutrición de las familias, dependencia alimentaria, "así como el hecho de que una quinta parte de nuestra población en edad productiva origina riqueza para la economía de los Estados Unidos".

Ante tal situación, el académico hizo hincapié en la responsabilidad que debe haber por parte de diversos actores para abatir esta situación, como es el papel de la iniciativa privada, así como del Estado y su élite política, ya que hasta el momento la defensa de los trabajadores migrantes mexicanos, por parte de las autoridades nacionales, resulta insuficiente.

La Crónica, 26 de marzo.