Cuestionan 'mejoría' en estaciones de INM

En las estaciones migratorias de México se siguen registrando violaciones a los derechos humanos de los migrantes detenidos, sostuvo ayer Sin Fronteras.

En respuesta a las afirmaciones del titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río, en el sentido de que en las estaciones se brinda una atención digna a los extranjeros, la directora de la organización civil, Nancy Pérez, remarcó que a pesar de los avances logrados en los últimos años falta mucho por hacer.

"No podemos decir que la situación en las estaciones migratorias está mejorando en los términos en los hizo (Beltrán del Río) en Ginebra, de que todo está marchando de manera efectiva, cuando todos sabemos que hay todavía por mucho por cubrir", indicó durante la presentación del reporte Perspectiva Jurídica y Social de la Detención de Migrantes en Iztapalapa y Tenosique.

Detalló que durante la investigación realizada en esas dos estaciones migratorias se encontró una serie de irregularidades en materia del debido proceso y acceso a la justicia, similares a las señaladas en un reporte previo hace cuatro años.

"El ejercicio de derechos de los migrantes detenidos en las estaciones migratorias no ha cambiado del primer reporte que hicimos al que tenemos hoy. Las violaciones siguen siendo constantes y prácticamente", indicó.

"Si bien hay buenas prácticas que se han ido incorporando, el respeto a derechos en temas de debido proceso y acceso a la justicia siguen enfrentando grandes retos", afirmó.

En el caso de Tenosique, señala el reporte de Sin Fronteras, una proporción importante de las quejas se refería a la inadecuada atención médica.

"Una mujer embarazada no había recibido atención en 21 días que llevaba detenida", apuntó.

El martes pasado, en un comunicado, la Secretaría de Gobernación indicó que, durante una reunión con el Comité de Derechos de los Trabajadores Migratorios de la ONU, Beltrán del Río sostuvo sostuvo que en las estaciones del INM no se toleran vejaciones, se brinda una atención digna a los migrantes en términos de salud y alimentación y se otorgan facilidades para las visitas de los cónsules centroamericanos y de todos los países.

Verónica Sánchez, Reforma, 7 de abril.