Llaman a aprobar la ley migratoria

ARRIAGA, Chis.- Con cantos y plegarias, pero también con duras críticas y demandas a las autoridades mexicanas, centroamericanos indocumentados y activistas continuaron ayer con el denominado "Viacrucis del Migrante", mediante una escenificación de la Pasión de Cristo a través de las vías del ferrocarril de esta ciudad.

Unos 50 migrantes acompañados de 30 activistas mexicanos, señalaron que los objetivos de este movimiento es para que el Gobierno y sobre todos los diputados federales, aprueben lo más pronto una ley migratoria que garantice el respeto a sus derechos humanos y que, por ser su responsabilidad, el Estado Mexicano les brinde seguridad durante su paso por territorio nacional.

"Estamos en un Estado fallido, porque el gobierno en todos sus niveles, simplemente ha fracasado en la lucha contra el crimen organizado y muchos de sus funcionarios y servidores públicos están coludidos con bandas criminales que secuestran y matan a migrantes", remarcó el sacerdote Heyman Vázquez Medina, director del albergue hogar casa de la Misericordia de esta ciudad.

El religioso acusó que en varios estados del País , los que gobiernan son grupos del crimen organizado.

"En Tamaulipas como en otros estados del norte todos sabemos que quien gobierna es el crimen organizado... pareciera que estuviésemos secuestrados en nuestro propio País, pues ahora tenemos mucho miedo de viajar", remarcó el activista.

Por su parte, la también defensora de los derechos de los migrantes, Elvira Arellano, afirmó que los diputados federales han dejado pasar mucho tiempo para aprobar la ley migratoria que ya fue avalada por el Senado.

"Es una reforma que nuestros señores legisladores tienen secuestrada, tal vez con la errónea idea de que quieran una ley perfecta, pero eso es imposible. Por ello urgimos que sea aprobada a más tardar al regreso de vacaciones. Es lo menos que pueden hacer", subrayó.

Los activistas y centroamericanos se congregaron en el albergue Casa de la Misericordia y de ahí caminaron por las vías del ferrocarril, así como por las principales calles de la ciudad y estuvieron en las instalaciones donde encuentran los consulados de El Salvador y Guatemala.

Durante su recorrido, portaban pancartas con leyendas "No más masacres, no más secuestros"; "Nosotros también ya estamos hasta la madre" y "Todos somos migrantes", entre otras.

También entonaron plegarias y canciones alusivas al movimiento migrante, en tanto que de nueva cuenta dos centroamericanos, uno de ellos personificando a Jesucristo, cargaron sendas cruces.

Por la tarde, partieron a Chauites, Oaxaca, donde representaron la novena estación, con el lema "Tercera caída: la bestia" y, en su última actividad de ayer viajaron a Juchitán.

El vía crucis de los indocumentados la cual concluirá este viernes, en Ixtepec, Oaxaca, donde llevarán al cabo varias actividades, entre ellas la representación de la crucifixión de algunos de los migrantes.


'En México tenemos un pie en la tumba'

Fernanda, una joven madre soltera originaria de El Salvador, está consciente del peligro al que se expone al cruzar México para llegar a Estados Unidos.

"Desde que sufrimos las condiciones de pobreza que vivimos donde nacimos ya empieza el vía crucis y ahorita las cosas se han puesto muy feas, sobre todo en México, donde estamos con un pie en la tumba", aseveró.

Fernanda, quien ha intervenido en todas las actividades del llamado "Vía crucis del migrante" y que incluso fue una las pocas que ingresaron desde Tecún Umán, Guatemala, a frontera Suchiate el pasado miércoles, trajo consigo a Iván, su pequeño hijo de 5 años de edad.

"Desde hace mucho que tenía la intención de irme a Estados Unidos, pero tengo una prima que vive en Tapachula y se ofreció a cuidar a mi hijo. Eso me dio más ánimos y pues, Dios mediante, ya luego veré cómo le hago para que Iván me alcance del otro lado", dijo con cierto ánimo.

"Ya estará de Dios si me quedo en el camino o si me detienen y me regresan a mi país".

Joaquín, uno de los indocumentados a los que les tocó cargar la cruz se aventuró a cruzar a territorio mexicano con menos de 500 dólares y unas cuantas ropas.

En su primer intento por internarse, hace un par de semanas, fue asaltado en el ferrocarril muy cerca de Ixtepec, Oaxaca.

"Creemos que fueron policías, pues ya a otros los han asaltado en ese mismo lugar, incluso he escuchado que hay como 15 están desaparecidos, que a lo mejor los secuestraron", comentó el hombre de 30 años de edad.


Martín Morita corresponsal, Reforma, 22 de abril.