Extreman seguridad casas pro migrantes

MÉXICO.- Al menos ocho cámaras registran el movimiento en la Casa del Migrante de Tapachula. Las agresiones que han recibido los protectores de indocumentados han obligado a reforzar la prevención: los centroamericanos son "cacheados" en el acceso para detectar armas, su identificación es rigurosa y ocho vigilantes, dos de ellos ex militares, brindan seguridad.

Los ataques a los albergues de migrantes, única opción de resguardo en su trayecto hacia Estados Unidos, se dispararon en el último año según registros de la Dimensión de la Pastoral de la Movilidad Humana.

Tan sólo en 2010 registraron 26 agresiones a sacerdotes o laicos que sirven en los refugios, a veces el crimen organizado les mandó el mensaje con el cuerpo torturado de algún migrante, en otras delincuentes o autoridades irrumpieron en los refugios; las amenazas también llegaron con mensajeros o vía telefónica.

En lo que va del año ya se sumaron 4 casos más.

El más reciente es el de Ignacio Muñiz, asesor legal del Centro de Derechos Humanos Beato Juan Bautista Scalabrini, quien fue asaltado y amenazado por hombres armados en Nuevo Laredo, Tamaulipas, según denunció Amnistía Internacional.

"Enfrentamos un fuego doble: por un lado vienen las persecuciones de las autoridades, pero, por el otro, el fuego del crimen organizado" afirmó Leticia Gutiérrez, secretaria ejecutiva de la DPMH.

"Algunos funcionarios nos dicen 'polleros católicos' , y, por otro lado, la delincuencia nos vea como sus enemigos porque les quitamos su negocio, sensibilizamos su mercancía", agrega.

Debido a las amenazas y agresiones recibidas, 17 de los impulsores o colaboradores de estos refugios requirieron medidas cautelares de protección, 15 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y dos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Se trata de los padres Alejandro Solalinde y Pedro Pantoja, quienes coordinan los refugios ubicados en Ixtepec, Oaxaca, y Saltillo, Coahuila.

No son los únicos. El 21 de diciembre pasado, el delegado local del INM en Tenosique, Tabasco, denunció al coordinador de la Casa del Migrante de la Parroquia de Cristo Crucificado, Tomás González, por obstruir la labor del organismo, después la denuncia fue retirada.

"No me dieron acceso al expediente, creemos que fue porque los hemos fotografiado persiguiendo a los migrantes", indicó el activista.

En enero, Guadalupe Calzada, encargada del refugio para migrantes San Juan Diego, en Lechería, Estado de México, fue advertida de que traficantes de migrantes planeaban agredirla.

Además de las amenazas, el personal de los albergues debe cuidarse de quienes hospedan.

Flor María Rigoni, coordinador de la Casa del Migrante de Tapachula, afirmó que han detectado ladrones, polleros o miembros del crimen organizado que se hacen pasar por migrantes.

Verónica Sánchez, Reforma, 3 de abril.