Miami, 27 de abril. El anticastrista Orlando Bosch, convicto por “terrorismo” y uno de los responsables del atentado contra un avión de Cubana de Aviación, en el que perdieron la vida 73 personas en 1976, murió hoy de cáncer a los 84 años de edad en Miami, protegido por el gobierno de Estados Unidos.
Bosch fue jefe de la Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU), responsable de atentados en Estados Unidos, Cuba y Venezuela, entre otros lugares. CORU “reunió a los grupos terroristas Frente de Liberación Nacional De Cuba, Acción Cubana, Movimiento Nacionalista Cubano y Alpha 66, entre otras redes terroristas”, indicó el diario cubano Granma.
Coru se asoció después a la Operación Cóndor, la coordinadora de represión y asesinatos de las dictaduras del Cono Sur en los años 80, y prestó sus servicios a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en numerosas acciones tanto en América Latina como en otras latitudes.
Bosch, cómplice del ex agente de la CIA, Luis Posada Carriles en el atentado contra el avión cubano, fue aclamado durante las últimas décadas como un héroe por la comunidad de exiliados cubanos de Miami, por su larga oposición a Fidel Castro y al gobierno de la isla.
El fiscal general de Estados Unidos Dick Thornburgh lo calificó de “terrorista sin arrepentimiento”, y el fiscal general asociado Joe D. Whitley se refirió a él como una “amenaza a la seguridad nacional”. Ambos fiscales se desempeñaron en sus funciones durante la administración de George Bush (padre).
Documentos de la CIA y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desclasificados recientemente corroboran las aseveraciones de estos fiscales. Un informe de 1979 reportó que sobre la voladura del avión de Cubana, Bosch dijo: “hay momentos en que no se puede evitar hacer daño a gente inocente”.
Un cable de la FBI con fecha del 14 de octubre de 1976 cita a Posada Carriles: “Orlando sabía todos los detalles” del avión que iba a ser derribado.
Bosch fue encarcelado en febrero de 1988 cuando ingresó ilegalmente a Estados Unidos desde Venezuela, donde fue absuelto de hacer estallar el avión de Cubana. Fue liberado en 1990 después de que el gobierno de Estados Unidos no pudo encontrar un país dispuesto a aceptarlo como un deportado.
Hace más de 40 años que Bosch fue condenado y encarcelado en Estados Unidos por disparar una bazooka contra un carguero polaco fondeado en el puerto de Miami. Poco después huyó de Estados Unidos en 1974, violando su libertad condicional.
Pediatra de profesión, Bosch apoyó en un comienzo la Revolución Cubana comandada por Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista, pero se convirtió rápidamente en un férreo opositor dentro de la isla donde organizó un grupo de guerrilla contrarrevolucionaria en las montañas del Escambray.
El grupo duró poco tiempo, hasta que partió al exilio en Miami, en 1960, donde se uniría a las más duras organizaciones anticastristas.
A mediados de los años 60, inició una serie de acciones con las que buscó organizar y lanzar ataques a la isla y el régimen de Castro, lo que le acarrearía en los años siguientes todo tipo de problemas legales. En 1964 fue arrestado por la policía por remolcar un torpedo de fabricación casera por el centro de Miami, y dos años después la policía le incautó seis bombas de unos 50 kilos cada una, que transportaba en su Cadillac convertible.
En reportes desclasificados de la CIA, difundidos por el Archivo de Seguridad Nacional, un instituto de investigación independiente basado en Washington, Bosch es citado durante un encuentro en Venezuela en que afirma que su organización hizo “un gran trabajo” en el asesinato del embajador de Chile en Estados Unidos, Orlando Letelier, en un atentado el 21 de septiembre de 1976.
Bosch, en una autobiografía publicada en septiembre, incluyó un capítulo sobre el ataque al avión de Cubana en el que afirma categóricamente que no tuvo “responsabilidad alguna en este sabotaje”. En una entrevista telefónica en julio de 2005, Bosch declaró al Miami Herald que la verdad sobre la voladura del avión sería revelada en una cinta y documentos que se harían públicos después de su muerte.
En octubre pasado Bosch recibió un homenaje en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos (ICCAS) de la Universidad de Miami, organismo subsidiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El acto estuvo presidido por el padre de la congresista estadunidense Ileana Ros-Lehtinen, Enrique Ros, y varios mercenarios de las operaciones “terroristas” de la CIA desarrolladas contra Cuba durante el periodo de la lucha en el Escambray, en los años 60, lo que generó una amplia protesta de académicos de esa institución, encabezada por su presidenta Donna Shalala, quienes recordaron que “Orlando Bosch ha sido arrestado, enjuiciado y sentenciado por innumerables actos terroristas en Venezuela, Estados Unidos y otros países”.
En otro asunto, Cuba denunció que Estados Unidos negó el permiso de viaje al científico Garold Baseman, para participar en un taller internacional sobre farmacéutica, informó el diario Granma. El gobierno de Barack Obama eliminó en 2009 las restricciones de viajes a la isla, pero según el cotidiano cubano, la prohibición de viaje al experto “muestra la continuidad de la política hostil” de Washington contra Cuba.
La Jornada, 28 de abril.
Muere Orlando Bosch, cómplice de Posada en atentado contra avión cubano en 1976
Cuba Medios México jueves, 28 de abril de 2011 0 comentarios
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