Suecia exige a Venezuela explicar por qué extraditó hacia Colombia a periodista sueco

Estocolmo, 27 de abril. Suecia pidió explicaciones a Venezuela por no haberle informado de la detención y posterior extradición a Colombia del periodista Joaquín Pérez Becerra, de origen colombiano y naturalizado sueco, presunto integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informó hoy el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La nota diplomática fue enviada el martes. “Aún no recibimos respuesta”, indicó el portavoz del ministerio sueco, Teo Zetterman, y dijo que todavía no está claro “de qué se le acusa oficialmente”.

El funcionario explicó que su gobierno se está “centrando en que se le proporcione apoyo consular. La embajada de Suecia se ha comunicado con él y está siguiendo el caso, en contacto con sus representantes legales”.

Pérez Becerra, de 55 años, nació en Colombia, pero adoptó la nacionalidad sueca, país al que se trasladó hace dos décadas como refugiado político. Fue detenido el sábado cuando intentaba ingresar a Venezuela en un vuelo comercial procedente de Fráncfort, y extraditado el lunes a Bogotá.

La justicia colombiana lo acusa de delitos de concierto para delinquir con fines terroristas, administración de recursos relacionados con fines terroristas y rebelión, y de ser el líder de la comisión de las FARC en Europa.

El periodista, que rechazó todo vínculo con el grupo insurgente, lo único que ha aceptado es ser integrante de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), con sede en Estocolmo, que suele publicar comunicados de la guerrilla, además de críticas a las políticas neoliberales y al paramilitarismo.

En Bogotá, el Movimiento Socialista Bolivariano de Colombia rechazó la deportación de Pérez Becerra y demandó al presidente Hugo Chávez aclarar si tiene un “pacto secreto” con su par colombiano Juan Manuel Santos.

El director de ese movimiento social, David Corredor, dijo que el detenido fue entregado en tiempo récord y calificó lo anterior como “un fraude ideológico que hace daño a la revolución”.

La Jornada, 28 de abril.