Peligrosas, reformas en derechos humanos, dice Sandoval Íñiguez

El cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, aseguró que las reformas constitucionales en materia de derechos humanos aprobadas recientemente por el Senado de la Republica son peligrosas y terribles porque pueden llevar "a la pedofilia o la zoofilia".

"Abren la puerta a toda clase de irregularidades y aberraciones", expresó en la columna "Reformas —en lo oscurito— no son democráticas", publicada en la más reciente edición de Semanario, órgano de la Arquidiócesis de Guadalajara.

Explicó que las nuevas reformas protegen las preferencias sexuales, con lo que "se abre la puerta a toda clase de irregularidades y aberraciones, porque cabe señalar que existen preferencias sexuales muy aberrantes, por ejemplo, el caso de la pedofilia, la zoofilia, entre otras. Así, prácticas como el llamado matrimonio entre personas del mismo sexo quedarán, por así decirlo, consagradas mediante esta reforma".

Según el cardenal, el término "preferencias sexuales", incluido en el artículo primero de la Constitución Mexicana, no se incluye en ningún tratado internacional ni en alguna otra constitución.

En su mensaje, que se publicará en el Semanario de este domingo, el purpurado resalta que dichas reformas a la Constitución hechas "en lo oscurito", sin haber pedido consentimiento, no son democráticas.

Asimismo, alerta a los padres de familia del "peligro que corren sus hijos" por lo aprobado por el Senado. También "alerta" a la sociedad sobre tales enmiendas e invita a luchar por que se reviertan.

"Parece una expresión inocua (preferencias sexuales) y sin mayores consecuencias, pero es peligrosa y terrible porque excluye de esa protección a todas las demás preferencias", argumentó.

En cuanto a los cambios al artículo tercero de la Constitución, que establece que la educación en niños de 10 años hasta a jóvenes de 18 debe ser impartida de acuerdo a la ideología de género, el dirigente católico se pronunció en contra de ello ya que con los desórdenes e irregularidades que esto implica, los maestros tienen "vía libre para enseñar lo que quieran".



La Crónica, 2 de abril.