Rechaza PRI ultimátums para la reforma laboral

El líder nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, rechazó "el ultimátum" del PAN y del gobierno federal para que antes de que termine esta semana se apruebe en la Cámara de Diputados la reforma laboral, y rechazó que su partido haya hecho ese compromiso como asegura el blanquiazul.

"No aceptamos un ultimátum así. No creemos que se deban hacer en estos tiempos en el país. No vamos a ir a una reforma que nos deje a miles de trabajadores manifestándose en las calles; antes vamos a oír todas las voces", aseguró.

Y al sepultar en definitiva cualquier posibilidad de que dicha legislación salga adelante en este periodo ordinario de sesiones que concluye el sábado, Moreira dijo que la prisa del gobierno y del PAN porque se apruebe esa reforma "genera inquietud" en su partido.

Al reanudar sus conferencias de prensa de los lunes, el dirigente tricolor cuestionó en este sentido que esas "prisas" del PAN le impidan siquiera abrir la puerta a un eventual periodo extraordinario de sesiones, o bien dejar la reforma para el ordinario de septiembre.

Moreira sostuvo, entonces, que no hay justificación alguna que señale que el país entrará en problemas mayores a los que tiene si esa reforma no avanza antes de que finalice esta semana: "Más vale escuchar; sin prisa, pero sin pausa. Hay que escuchar a todas las voces e integrar una mejor legislación. Además, nos gustaría acompañar a esta reforma de otras más", declaró.

Sobre el mismo tema, la secretaria general del PRI, Cristina Díaz Salazar, advirtió que "es muy preocupante no escuchar esas voces. En una democracia se abren los espacios para atender hasta a las minorías. No se puede actuar como un gobierno fascista y solamente escuchar su propia voz. No vamos a aprobar una reforma laboral sobre las rodillas", garantizó.

SEMÁFOROS. En otro orden, el presidente nacional del PRI presentó en su conferencia de inicio de semana un capítulo más del tema de la pobreza, con el que cerrará ese ciclo, dijo, y se apoyó en un semáforo digital para advertir sobre un eventual crecimiento desproporcionado de ese fenómeno en el país.

En rojo, explicó el profesor, están 54.8 millones de mexicanos en pobreza; 40 millones más se encuentran en amarillo, y sólo 17.5 millones están en verde, es decir, sin problemas de corte económico.

Detalló que los mexicanos vulnerables para caer en pobreza, aquellos que están en semáforo amarillo, son quienes tienen un ingreso inferior a los mil 922 pesos mensuales, que si bien ahora no tienen carencias sociales, como son alimentación, rezago educativo, salud, vivienda y servicios básicos, pueden cambiar su condición en un instante con cualquier aumento de precios a los servicios del gobierno federal.

"Ahí está el foco amarillo, que cada vez se prende con mayor intensidad; con cualquier movimiento de la economía, una cantidad importante de esos 40 millones de mexicanos puede pasar de golpe a las filas de la pobreza", advirtió.



Luciano Franco, La Crónica, 26 de abril.