El Senado aprobó ayer, luego de un debate de casi diez horas, la reforma política. Priístas y panistas sostuvieron que se trata de un ordenamiento “de gran calado”, que modifica la Constitución a fin de garantizar la gobernabilidad democrática del país, pero legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia consideraron que es una reforma incompleta.
Argumentaron que, entre otras cosas, “golpea” a la Cámara de Diputados, al dar al Presidente de la República la facultad de vetar el presupuesto y alertaron que ello puede originar que se rechace en San Lázaro la legislación. Cuestionaron también que se permita que el Ejecutivo tome posesión del cargo en un lugar distinto al Congreso.
Los perredistas Pablo Gómez y Tomás Torres, así como los coordinadores del PT y de Convergencia, Ricardo Monreal y Dante Delgado, batallaron durante horas por cambiar los 16 artículos de la Constitución que conforman esa reforma política, sin éxito, porque había un acuerdo entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista de México (PVEM), de aprobar el dictamen prácticamente en sus términos.
Gómez Álvarez advirtió que con el cambio al artículo 74, el presidente en turno “va a amenazar con cualquier cosa para modificar el presupuesto y le quita a la Cámara de Diputados su facultad exclusiva en materia presupuestal. Es una disposición que puede entrar en vigor en septiembre de este año”, agregó el senador Torres.
Uno de los artículos que propusieron cambiar es el 87, en el que se indica que “si por cualquier circunstancia” el Ejecutivo federal no pudiera rendir protesta ante el Congreso de la Unión, “lo hará de inmediato ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
“El fantasma de 2006 recorre el recinto”
El petista Monreal recalcó: “El fantasma de la elección de 2006 recorre este recinto, no los deja dormir tranquilos”. Mientras, el senador Gómez recriminó que ni siquiera se especifique que el Ejecutivo rendirá protesta ante el pleno de la Corte, por lo que podrá ser en cualquier lugar, sólo con la presencia del ministro presidente de ese tribunal.
Cuestionó también que la toma de posesión del Ejecutivo federal sea a partir del primer minuto del primero de diciembre y después se presente a rendir protesta. Eso es pasar por encima del Congreso.
De las 22 reservas al dictamen, sólo hubo tres cambios de fondo, uno de ellos para abrir la posibilidad a la relección de presidentes municipales, misma que se deja en manos de los congresos locales.
Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Pedro Joaquín Coldwell, resaltó que en la construcción de esa reforma se abrieron “alamedas más amplias para que los ciudadanos se sumen a la toma de decisiones públicas”. Ello, mediante las candidaturas independientes, la iniciativa ciudadana y la consulta popular.
La reforma, agregó, moderniza el funcionamiento de la Presidencia de la República y el Poder Legislativo, con medidas como la relección de diputados y senadores, dar al Ejecutivo la facultad de dos iniciativas preferentes y “cierra espacios a situaciones de inestabilidad política o financiera, que pudieran presentarse en el país en circunstancias extraordinarias”. Esto último, vía la reconducción presupuestal y mecanismos para la sustitución de Ejecutivo federal, en caso de ausencia definitiva”.
Pedro Joaquín Coldwell rechazó que se trate de una reforma “light”. Es de “gran calado”, sostuvo, y advirtió que Benito Juárez intentó un plebiscito para reformar la Constitución del 57 y hoy finalmente la consulta popular se lleva a la Carta Magna.
Al hablar a nombre de su bancada, el panista José González Morfín resaltó que la reforma política toca puntos centrales del sistema político “y empodera al ciudadano”. Destacó que la relección legislativa permitirá al ciudadano decidir con su voto si sus representantes en el Congreso cumplieron con sus tareas. El perredista Graco Ramírez destacó la relevancia de quitar a los partidos el monopolio de designar candidatos, vía las postulaciones independientes, pero Dante Delgado, de Convergencia, hizo notar que además de que no podrá operar en 2012, esos aspirantes no podrán disfrutar de los tiempos oficiales en radio y televisión
La reforma se aprobó en lo general con 94 votos a favor, cinco en contra y 8 abstenciones y luego, por más de ocho horas, se discutió en lo particular.
El perredista Pablo Gómez subió a tribuna en una veintena de ocasiones, para insistir en que no se aprobara la relección de legisladores sin el cambio necesario, a fin de que el Congreso sesione tres veces más.
El senador del PAN, Ramón Galindo, insistió también en que junto con la de legisladores federales, se incluyera también la relección de presidentes municipales y logró que se modificara el 115 constitucional, para dejar esa posibilidad de que los ediles repitan por un periodo más, en manos de los congresos locales.
Aprueban relección de alcaldes
Aunque la mayoría de los priísta se abstuvo, la relección de alcaldes se aprobó con 60 votos a favor y 26 en contra. Hubo aplausos, ya que el tema se había eliminado por acuerdo del PRI y el PAN.
Lo que sí quedó fuera fue la disminución de integrantes del Congreso, la segunda vuelta en la elección presidencial y la ratificación del gabinete del Ejecutivo federal.
Andrea Becerril y Víctor Ballinas, La Jornada, 28 de abril.
Senadores facultan al Ejecutivo a vetar el presupuesto y asumir fuera del Congreso
Reforma del Estado, Senado Medios México jueves, 28 de abril de 2011 0 comentarios
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