Slim Domit también señaló que vivimos la era del acceso al entretenimiento, a la información y a la participación, y que de eso se tratan las telecomunicaciones hoy en día. Apoya la reforma porque “incorpora el derecho al acceso universal” y porque “la resolución de la pobreza no es sólo una necesidad ética, es una necesidad económica”.
Éstos son los puntos principales de la conversación.
El empresario empezó dando una visión general de los proyectos del grupo, en materia de desarrollo urbano, de infraestructura, de ventas y servicios y de telecomunicaciones. Acto seguido, pasó a comentar el tema obligado: La iniciativa de reformas de ley en esta última materia.
Slim se pronunció claramente a favor de la reforma en telecomunicaciones por tres razones. La primera, porque “eran necesarias definiciones y acciones del Estado en la materia. La segunda, porque tiene lineamientos claros y da certidumbre”. La tercera, porque “deberá de generarse más inversión, más competencia y más servicios con mejores precios”. Es explícito cuando agrega en su análisis de la iniciativa de ley: “Vemos con buenos ojos la rectoría y estrategia del Estado de fomentar el desarrollo en general del sector”.
Slim Domit considera que “si esto se da, el sector crecerá muy rápidamente”, y señala que el riesgo sería “un esquema en el que no se fomentara la inversión y la competencia en todos los servicios”.
Respecto a la inversión extranjera en el sector, la opinión del empresario es que la propuesta, “además de poder atraer más inversión al sector, también contribuirá a formalizar cosas que existen, pero que no se dan formalmente”, al referirse a la participación extranjera a través de los llamados “fondos neutros”.
Luego pasa a un primer comentario sobre la importancia de la iniciativa, al señalar que la comunicación y las telecomunicaciones son “el sistema nervioso de la nueva era que está viviendo el mundo”, y que por lo tanto se deben crear las condiciones para atender crecientes demandas de inversión, de cobertura, de actualización tecnológica y de innovación.
Sobre lo primero, responde que ven muy bien la idea del Ifetel como está planteada, un “Ifetel independiente de los participantes del mercado, que busque hacer que el espíritu de la reforma aterrice”. Ese será el leit-motiv a través de la plática, que repetirá en distintos momentos: “Hay que defender el espíritu de la reforma en telecomunicaciones”.
Sobre el tema del triple play, Slim Domit señala que todos los países de la OCDE tienen triple play, salvo México y Argentina, con la salvedad de que en el país sudamericano las empresas de televisión no pueden entrar a las telecomunicaciones y viceversa. Se muestra totalmente a favor de la “convergencia plena, porque significa menores tarifas y más penetración”. Un triple play generalizado, dice, “va a dar certidumbre a todos los jugadores y mayor oferta con mejores servicios y precios a toda la gente”.
Dice que a su empresa lo que le interesa es dar plataformas a “productores de contenido y desarrolladores de aplicaciones, para que se fomenten la innovación y la oferta de servicios, tanto nuevos como tradicionales”. Concluye que la convergencia es necesaria para el mercado.
A la insistencia sobre una posible participación en televisión, Slim afirma que no está decidido, y que su intención, insiste, es servir como vehículo a “proveedores de contenido, tradicionales y nuevos. Poderle llevar a los usuarios lo que quieran, donde quieran y cuándo quieran”, finaliza
Responde con tranquilidad. “Si crece el mercado, que es lo que suponemos, se generarán muchas cosas sobre las redes”, y al crecer, “crecerá para todos”. Y su visión no se agota en la coyuntura: “Un país como México requiere infraestructura, competencia e innovación”, y la reforma a las telecomunicaciones puede contribuir a detonarlos.
De ahí, Slim Domit pasa a otra reflexión. Asegura que vivimos “la era del acceso”. Del acceso al entretenimiento, a la información, a la participación a través de las redes. En ese sentido, considera que “el acceso debe llevar a una igualación de oportunidades”. Por eso, el acceso a la banda ancha tiene una enorme importancia social.
El empresario retoma el asunto del espíritu de la reforma. Dice que éste “va en camino a penalizar las prácticas anticompetitivas, más que los tamaños”, porque son las malas prácticas las que distorsionan los mercados. Admite, sin embargo, que es conveniente que la autoridad “regule y revise de manera más cercana al más grande en todos los servicios del sector”. Reitera que “es necesario que no se pierda el espíritu de la reforma”, porque ésta estriba en “poder participar en todos los servicios de una manera ordenada”.
Después, Slim hace un comentario sobre la penetración de América Móvil en las comunidades más recónditas del país (hay 100 mil en las que él es el único proveedor con los mismos precios que en las de la competencia). Considera que es importante, en este caso, “separar servicio público de servicio al público”. Y que lo lógico sería no contar como parte del mercado aquellas poblaciones que no interesan a la competencia, o hacer que todos “los jugadores” las atiendan, o que sea el gobierno, o una combinación. “Lo que no puede hacerse es no atenderlas, y eso está en el espíritu de la reforma, que pide hacer realidad el acceso universal”.
Slim Domit da una respuesta exhaustiva por dos vías. Por un lado, dice que “necesitamos cada vez mejor comunicación institucional, y continuar abiertos a buscar discusiones de fondo en cuestionamientos, que afortunadamente no son de opinión, sino de hechos como la comparación tarifaria o el análisis de la composición de la participación de mercado, trabajamos continuamente en ello”. Por el otro, admite fallas, explica que en algunos casos se dan por el crecimiento y la modernización de la infraestructura y los ajustes que se requieren principalmente en radio-bases, pero considera que “en un par de meses debe mejorar la sintonía”, ayudado también por la migración de clientes más intensivos en uso de datos al sistema de última generación que ya tiene Telcel en México de 4G, lo que en el tiempo descongestionará el 3G y hará más eficientes las redes.
Slim Domit es cauto de entrada. “Lo primero es que no sabemos cómo va a venir la reforma”. Después es tajante: “La información que se ha difundido es clara de que Pemex no se va a privatizar, tiene una función económica, fiscal y social única”. Agrega que la principal empresa paraestatal “requiere una modernización y un manejo más transparente como empresa y acelerar su desarrollo”, y señala que Pemex “tiene un campo de inversión muy grande, que debe aprovechar”. Y respecto a Carso, que seguirán participando como proveedores de infraestructura.
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