Frena PRI la reforma


Una reserva que promueve el PRI en la Cámara de Diputados sobre la reforma en telecomunicaciones, con el propósito de que una empresa que sea declarada dominante en el sector no pueda ser beneficiada con la gratuidad por la transmisión de señales de televisión abierta, frenó ayer la votación del dictamen en la sesión plenaria.
Aunque el PRD resaltó que el tricolor pretende imponer la “segunda ley Televisa”, en detrimento de sus competidores como América Móvil y Dish, el PRI aclaró que pretende una redacción del artículo ocho transitorio del dictamen para evitar que cualquier monopolio de radiodifusión o telecomunicaciones pueda, por conducto de un tercero, ser favorecido con contenidos de televisión restringida.
Héctor Gutiérrez de la Garza, vicecoordinador del PRI y presidente de la Comisión de Comunicaciones, rechazó la acusación de la diputada perredista Purificación Carpinteyro de maniobrar para beneficiar a Televisa; pero ante las críticas sobre los efectos de la modificación del documento, sostuvo que la aprobación del dictamen podría retrasarse incluso hasta después de Semana Santa.
“No trabajo para ninguna empresa, punto. Pero el PRI de ninguna manera permitirá que un dominante utilice esquemas para beneficiarse, por conducto de terceros. Eso se llama fraude a la ley”, advirtió Gutiérrez de la Garza.
El artículo ocho transitorio, en su inciso uno, párrafo uno, señala que “los concesionarios que presten servicios de televisión radiodifundida están obligados a permitir a los de televisión restringida la retransmisión de su señal de manera gratuita y no discriminatoria, en forma íntegra, simultánea y sin modificaciones, incluyendo la publicidad y con la misma calidad de la señal”.
El segundo párrafo del mismo inciso agrega que los concesionarios de televisión restringida están obligados a retransmitir la señal e incluirla sin costo adicional en los servicios contratados por suscriptores y usuarios.
Y el tercero indica que los concesionarios de telecomunicaciones o de televisión radiodifundida que hayan sido declarados con poder sustancial en cualquiera de los mercados de telecomunicaciones o radiodifusión, o como agentes económicos preponderantes, no se beneficiarán de la gratuidad.
El PRI propuso agregar en el segundo párrafo que la obligación es únicamente para las cableras, no para las televisoras que emiten su señal vía satélite.
“Por tanto, excluyen a Sky (filial de Televisa) de la obligación de retransmitir señales de televisión abierta, lo que afectará a las nuevas cadenas de televisión y al nuevo canal del Estado”, aseguró Carpinteyro.
Además, el tricolor planteó en la mesa de trabajo que revisa el dictamen un cuarto párrafo que señala: “Tampoco se podrán beneficiar los agentes económicos que comercien, ofrezcan o provean servicios de manera conjunta o utilizando, directa o indirectamente, los servicios o los activos de los agentes económicos preponderantes o concesionarios que hayan sido declarados con poder sustancial”.
Al respecto, el vicecoordinador del PRD, Miguel Alonso Raya, afirmó que aun cuando el PRI niega públicamente el alcance de esa adición –definida por Carpinteyro como “el párrafo Dish”–, el hecho es que se quiere introducir en el dictamen “con dedicatoria a determinados actores para que, a final de cuentas, no haya competencia, cuando la reforma busca un piso y reglas más parejas” en la televisión.
Alonso Raya admitió que la propuesta del PRI tomó por sorpresa al PRD, porque “tratan de obstaculizar” la gratuidad de la transmisión de señales de televisión abierta.
Aunque no se diga abiertamente, dijo, es evidente que ese párrafo está vinculado a Sky y Dish, porque son los competidores fundamentales en la televisión restringida vía satélite.
“Y si una de las reservas incluye la obligación sólo para la televisión por cable y se deja fuera la de satélite, indiscutiblemente se coartaría e inhibiría la competencia”, sostuvo.
El coordinador del PAN, Luis Villarreal, afirmó que la reserva priísta “no está dirigida, ni teledirigida, ni telefónicamente tampoco. Esta reforma no tiene nombre ni apellido”, dijo, y rechazó que haya presión de Televisa para cambiar el artículo ocho transitorio: “A mí no me ha presionado nadie. Hay quienes filtran y dicen mentiras”.
Más tarde, en conferencia de prensa, Gutiérrez de la Garza rechazó el señalamiento de Carpinteyro de que es “operador” de Televisa. “Es totalmente falsa la acusación. El PRI está por la gratuidad propuesta en la reforma a la Constitución, pero no vamos a permitir que un agente dominante se beneficie con lo que sería un fraude a la ley”, afirmó.
El priísta explicó que sólo el dominante pagaría el costo del denominado must offer (obligación de las grandes cadenas de televisión abierta de poner a disposición de las de paga sus señales para que sean difundidas), y para evitar que use un tercero para eludir esa disposición se presentará la reserva.
Gutiérrez de la Garza reconoció que “aspectos técnicos” del dictamen retrasaron su discusión en el pleno, y acotó que al revisar el reglamento de la Cámara se concluyó que después de la declaratoria de publicidad al documento –lo que ocurrió el martes– existe un plazo de 10 días hábiles para que pueda discutirse y aprobarse.
Aun así, PRI, PAN y PRD manifestaron su intención de que el dictamen se vote en la sesión convocada para este jueves.
Con ironía, Gutiérrez de la Garza expresó: “esperamos que mañana se vote el dictamen, pero igual puede ser el viernes; no tengo el dato si será sorpresa primaveral".

Roberto Garduño y Enrique Méndez, La Jornada, 21 de marzo.

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