Detienen a funcionaria que filtró la ficha de Elba; salió bajo fianza

Samantha Olivares Vázquez, encargada del archivo en el Penal Femenil de Santa Martha Acattitla fue señalada por las autoridades capitalinas como la persona que filtró la ficha signalética de Elba Esther Gordillo, por lo que las Procuraduría capitalina la consignó el pasado 16 de febrero al centro penitenciario donde se desempeñaba.

Pero como el delito de ejercicio indebido del servicio público no es considerado como grave, la mujer salió ayer por la noche de la cárcel tras el pago de una fianza de 120 mil pesos, fijada por el Juez 19 de Delitos no Graves.

De acuerdo con las investigaciones que realizó la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, se encontró que Olivares Vázquez prestó su clave para ingresar a los archivos de las personas registradas oficialmente en la base de datos de Santa Martha.

Ayer por la tarde, luego de haber rendido su declaración preparatoria, el juez de la causa le fijo la caución por el delito de ejercicio indebido del servicio público simple.

Cabe destacar, que por hechos están siendo investigados otros seis servidores públicos, y se prevé que en los próximos días se ejercite acción penal en contra de más implicados en la filtración de la documentación oficial de la mujer.

De acuerdo con las investigaciones, se logró establecer una red de vínculos entre diversos servidores públicos del reclusorio femenil que estaban a cargo del archivo y la custodia de la información reservada de la líder sindical, Elba Esther Gordillo, funcionarios que actuaron dolosamente o por omisión, lo cual no les resta responsabilidad jurídica por los hechos.

Las autoridades penitenciarias informaron que para ingresar a los archivos se necesita una clave especial de identificación, la cual sólo tiene personal clasificado y sí por alguna razón prestaron la llave de acceso hay una responsabilidad legal en contra de ellos, pues de esa omisión derivó un delito.

Explicaron que la imagen que se difundió es una fotografía sobre la hoja de la ficha de la inculpada, la cual fue puesta en el suelo en la estancia donde se encuentra el archivo, y posteriormente tomada, posiblemente con un teléfono celular, sin embargo, los trabajadores implicados no tomaron en cuenta que en la oficina hay cámaras de seguridad que registraron la operación.

Serán las autoridades ministeriales quienes determinen si los empleados penitenciarios iban a obtener alguna remuneración económica por la imagen de la ficha signaléctica, o cuál era el objetivo de filtrar la imagen, y si tienen cómplices en el exterior del penal, y hayan sido los autores intelectuales del hecho.

Israel Yáñez, La Crónica, 18 de marzo.