CARACAS.— “Chávez no está muerto”, es la frase que repiten decenas de venezolanos por las calles. El féretro con los restos de Hugo Chávez atravesó parte de esta capital ante cientos de miles de personas que hicieron vallas.
No fueron las concentraciones multitudinarias que aquí se veían cuando el comandante convocaba a algún acto, dice la gente.
Su muerte, aseguran, tomó por sorpresa a muchos. Apenas han llegado de las provincias, organizándose por sus propios medios.
A Gianina Corona, apenas la noche le alcanzó para llegar a esta capital. Viene de Barinas. Como ella, cientos apenas llegan en procesiones de las provincias. Se les ve en autobuses en las carreteras y en peregrinaciones por la ciudad.
Esta luchadora social, como ella define su trabajo, está en primera fila y sostiene la última foto de Chávez en que aparece con sus dos hijas. Llora mientras sigue en las pantallas la salida del ataúd del Hospital Militar.
“Venezuela no está dividida. Nosotros los chavistas con la muerte de Chávez estamos más convencidos de la revolución. La derecha ha dividido a Venezuela rechazándonos a nosotros los pobres por décadas. Nosotros no significamos nada para ellos y por eso durante muchos años sus gobiernos nunca nos atendieron. Chávez nos dio de comer, nos dio educación y nos enseñó nuestros derechos y ya nada será igual, ahora sabemos defendernos”, asegura Gianina Corona.
La vida de esta capital está trastocada. Serán siete días de luto nacional, del peregrinaje de miles de seguidores “chavistas”.
Alberto Torres enviado, EL Universal, 7 de marzo.
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