El desafío, superar el mito

CARACAS.— Sin la presencia física de Hugo Chávez, la oposición parece haber iniciado un largo y lento vía crucis que amenaza con tener su primera estación en las próximas elecciones, en las que el vicepresidente, Nicolás Maduro, aparece como el favorito para mantener al chavismo en el poder.

Con múltiples divisiones internas, el casi seguro candidato Henrique Capriles respondió a la altura de las circunstancias, con máximo respeto ante la muerte de Chávez, pese a la polarización que desde hace 14 años caracteriza la política local, el Movimiento de Unidad Democrática (MUD).

Lo cierto es que la oposición tiene por delante un gran desafío: “Enfrentar no a Maduro, sino al mito de Chávez”, según dijo el ex precandidato presidencial por el MUD, Diego Arría, a EL UNIVERSAL.

Por ahora, el chavismo ha cerrado filas con Maduro a la cabeza, tal la última voluntad de Chávez. Esto, aunado a la vasta maquinaria estatal y electoral del oficialismo, y lo que el analista Luis Vicente León denominó “voto del dolor”, complican las oportunidades de Capriles.

“Tenemos que ser una alternativa a Chávez, y más ahora que se busca transformarlo en un mito, y no parecernos a él”, dijo Arría en tono de autocrítica. Para él, “si no se revisa todo el sistema electoral, manejado por un gobierno que lo controla todo, no hay posibilidades de triunfo”.

Para el politólogo Carlos Romero, la oposición viene golpeada tras dos derrotas, prácticamente, consecutivas: las presidenciales de octubre, el último sacrificio de Chávez por su Revolución, y la de gobernadores el pasado 16 de diciembre.

Derrotas que dejaron huella, al punto tal que “no supo cómo reaccionar” ante la enfermedad de Chávez y su muerte, que se veía venir desde hace meses.

Capriles y la oposición pidieron “un diálogo nacional”, pero aun cuando Maduro no es Chávez, “necesita mantener cohesionadas a sus fuerzas dentro del chavismo y la única forma que parece haber encontrado para hacerse respetar es radicalizar el discurso y la acción”, subrayó Romero.

Ayer, sin embargo, Maduro tuvo un gesto. Agradeció al pueblo “de todos los sectores por el respeto para con el presidente comandante”, algo inédito en los últimos tiempos en el país.

Analistas y hasta voces de la oposición saben que lo que viene no es nada fácil. Que una cosa era enfrentar al presidente Chávez y otra, muy distinta, es enfrentar al mito de Chávez y las necesidades del chavismo de que no se note su ausencia.

José Vales enviado, El Universal, 8 de marzo.