EU: avanza reforma migratoria

WASHINGTON .— En medio de un sigiloso proceso de negociaciones que culminará en abril próximo, las piezas del rompecabezas migratorio comenzaron a encajar para incluir la vía a la ciudadanía y la seguridad fronteriza como algunos de sus principales componentes.

Fuentes familiarizadas con las negociaciones que encabeza un bloque de 8 senadores demócratas y republicanos confirmaron que las condiciones para que millones de indocumentados puedan regularizar su situación incluyen el pago de una multa, el pago de impuestos, superar el control de antecedentes penales, el aprendizaje del inglés y una espera de hasta 10 años para poder conseguir la residencia permanente en EU.

Según esas fuentes, una vez que los solicitantes adquieran un estatus migratorio probatorio, no podrán acceder a las ayudas del estado como el seguro por desempleo, los vales de despensa o la asistencia sanitaria a través de Medicaid.

Además, las partes negocian las condiciones que deberán cumplir en el capítulo de la seguridad fronteriza. En este sentido, fuentes conocedoras del proceso adelantaron que se negocia incluso una partida presupuestaria que tendría como fin reforzar la seguridad fronteriza en la próxima década.

“Hay incluso quien habla de un aumento de mil millones de dólares al año en seguridad fronteriza, lo cual parece un contrasentido en momentos de austeridad presupuestaria en el que las autoridades se han visto incluso en la necesidad de liberar a indocumentados de los centros de detención”, consideró Juan José Gutiérrez, integrante de la organización Vamos Unidos USA.

Precisamente, la ausencia de un método coherente para valorar cuantitativamente el éxito de una estrategia de seguridad en la frontera sigue estando en el centro de las deliberaciones.

Mientras la Secretaria de Seguridad Nacional DHS, Janet Napolitano, ha declarado que “la frontera es hoy más segura que nunca”, los republicanos insisten en que la frontera es un gran obstáculo para avanzar en una reforma migratoria.

Ayer, Napolitano pidió un apoyo que sea “lo más no partidista posible” a favor de la reforma migratoria que analiza el Congreso. Ese tipo de apoyo demostrará al mundo lo que se puede hacer sobre el tema de inmigración en el país más diverso del mundo, argumentó la funcionaria ante el Concejo Judío de Asuntos Públicos.

Puntualizó que en esos esfuerzos “no hay que mirar al pasado sino al futuro”.

Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 12 de marzo.