Expresa Peña solidaridad al Gobierno venezolano

CARACAS.- El Presidente Enrique Peña Nieto negó haber viajado con algún propósito político a Caracas, donde estuvo apenas doce horas para participar en las exequias del líder venezolano Hugo Chávez.

"¿Se fortalece la presencia de México en la región al asistir usted a esta ceremonia?", se le pregunta a Peña .

"No ha sido el propósito, no hay interés en lo político que no sea otro que expresar la solidaridad de México para con el pueblo hermano de Venezuela; hacernos presentes en esta región de la que somos parte. México tiene gran compromiso moral de estar con los hermanos de esta región sin ningún otro fin u objetivo político", responde el Mandatario.

El Canciller José Antonio Meade confía: "ha sido un acierto esta visita".

Y es que en medio de la pesadumbre y del duelo, muchos voltearon a ver a Peña Nieto. El colombiano Juan Manuel Santos conversó largo rato con él mientras esperaban el inicio del funeral de Estado que demoró una hora.

Toda Centroamérica y todo el Caribe -anglófono, francófono e hispanófilo- estuvieron presentes. Toda Sudamérica. Los líderes de esas naciones venían en señal de duelo, de agradecimiento por todo lo que Venezuela ha aportado en cooperación, pero, evidentemente, también de preocupación.

La previsible convulsión política venezolana, que asomó los dientes apenas regresaron los mandatarios a sus países, pone en riesgo el cierre de la llave andina para naciones pobres de la región.

Por eso voltean a ver a Peña Nieto hasta los venezolanos que han sufrido una docena de años de rijosidad con los gobiernos mexicanos.

"Se alinean los astros internacionales, Presidente", se le dice en el lobby del Hotel Intercontinental a Peña Nieto, antes de que emprenda el vuelo de regreso.

El Presidente ríe. "Qué bueno que usted lo dice", remata. Y admite que México tiene algo que hacer en renovar su relación con los países de la región.

Si México no hace más se va a quedar atrás. No solo Venezuela, Brasil lo hace y México muy poco", asume el político mexiquense al referir la necesidad de incidir en la cooperación regional.

Peña Nieto trae más seguridad que comitiva civil. Adicionado a la vigilancia de policías y guardias venezolanos, la nube de efectivos a veces no lo deja ni ver. Sólo le acompañan de comitiva gubernamental, el Canciller José Antonio Meade y el director de Comunicación Social de Los Pinos, David López, quien retorna impresionado por las escenas vistas en el funeral y en las calles venezolanas.

Y Peña Nieto que se lleva, además de las miradas, las insinuaciones de que México sea más activo, carga también con la inquietud que rondó en corrillos sobre el futuro inmediato de Venezuela.

"Se escucharon dudas. Hay la inquietud de cómo se va a conducir el proceso democrático para la consolidación del Gobierno. Varios expresaron dudas", confía el Mandatario mexicano.

Pero en declaración ante la prensa de la fuente presidencial, en un salón del hotel donde se hospedó, Peña solo subraya que acudió a Caracas para hacer patente la presencia de México en el duelo que vive el pueblo venezolano.

"Venimos a expresar las condolencias a la familia, las autoridades y el pueblo por el sensible fallecimiento de su Presidente".

Peña Nieto ya conoce a Nicolás Maduro, el sucesor de Chávez. Hablaron en Santiago de Chile hace unos meses durante la reunión de la CELAC.

"Creo que ha quedado de manifiesto la voluntad que hay de que construyamos una región que trabaje incansablemente por la paz, por la unidad de los pueblos de la región.

"Porque, más allá de las diferencias de orden ideológico, sin duda habrá siempre propósitos y objetivos compartidos que unan a todos los pueblos", explicó.

Durante su presencia en el funeral, el Presidente mexicano platicó algunos minutos con Maduro. "Le hice patente la solidaridad mexicana", apuntó.

El mexiquense reveló, además, que en el interés de relanzar las relaciones con este País pronto habrá embajador mexicano en Venezuela, aunque no reveló el nombre del candidato propuesto.

Durante las exequias, Peña Nieto ocupó la quinta fila, sentado junto al Mandatario peruano Ollanta Humala. En las primeras filas estaban los mandatarios cercanos al Gobierno chavista o bien aquellos que encabezan algún organismo regional como la CELAC, que temporalmente lidera el chileno Sebastián Piñera, quien quedó sentado entre el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa.

Algunos presidentes que arribaron un día antes de estas solemnes ceremonias habían visto el féretro y montado guardia. Fue el caso del uruguayo José Mújica quien, narraron algunos testigos, se aferró al ataúd y rompió en llanto.

Durante las guardias de honor de este viernes, destacó la presencia del iraní Mahmud Ahmadineyad, quien al pasar a la cuarta guardia se hincó y besó el féretro.

Al terminar la guardia de un minuto de duración, alzó el puño derecho en señal de combate y provocó un coro multitudinario de "¡Chávez vive, la lucha sigue!".

Peña Nieto montó la tercera guardia, colocándose al frente junto con otros mandatarios latinoamericanos. La primera guardia fue de presidentes de naciones vecinas y la segunda de mandatarios de naciones centroamericanas y caribeñas.

El Mandatario retornó a México al filo de la media tarde. Su estancia en Caracas duró las mismas horas de vuelo de ida y regreso.

Roberto Zamarripa enviado, Reforma, 9 de marzo.