'Me venció el sueño, me caí y perdí todo'

APIZACO.- En suelo mexicano, Alexander Meléndez no busca el camino a Estados Unidos sino la forma de desmentir la peor noticia de su vida: la mujer que amaba murió.

El hondureño cruzó el País tres veces antes y sorteó sin problema los obstáculos porque aprendió a abordar el ferrocarril, la ruta y cómo sobrevivir.

Él llama errores a la mala compañía en el viaje y el exceso de confianza.

Sentado en un albergue, se le pierde la mirada al recordar que el 5 de enero de 2012 abordó el tren en Veracruz con otros extranjeros y se quedó dormido.

"Me falló que no me amarré con el cinturón. El sueño me venció y sentí cómo el diablo, de repente, frenó", asegura.

Se cayó y se fracturó una costilla. Quedó tendido al borde de la vía, con la máquina en marcha. Encogió pies y manos y sintió cómo pasó la mole de fierros por encima y uno lo enganchó de la ropa y lo arrastró.

"Cuando quise salir, ya era tarde. Miré la rueda de reojo. Me pegó. Me tiró pa' atrás y estiré la mano. Me destripó todo, me corría la sangre. Quise ponerme en cuatro, puse la derecha sin problema y cuando quise poner la otra me caí. Dije: '¿Qué me pasa', '¿por qué no tengo fuerza?'", y la voz se le muere.

Vio su mano despedazada en la vía y rompió a llorar, dice.

En el albergue, Meléndez está de paso. Viene desde Veracruz a saber si es cierto que la mujer que más ha amado murió. Viene por Carolina.

"Mañana voy a ir a su casa para saber si es verdad. Yo quería hacer mi vida con ella. Su cara, sus labios, su forma de ser, todo me gustaba", expresa con pesadumbre y le estalla el llanto.

Todo se junta, dice sobándose el muñón. "Mi mano... ella... se me parte el corazón".

Henia Prado enviada, Reforma, 24 de marzo.