Se solidarizan con Venezuela

 A un día de la muerte de Hugo Chávez, algunas figuras públicas se presentaron en la Embajada de Venezuela, en Polanco, para firmar el libro de condolencias.

A las 13:00 horas llegó a la sede Dolores Padierna, senadora del PRD, quien dijo que la obra integracionista de Chávez debe honrarse y continuarse.

"Estamos plasmando nuestro profundo dolor y solidaridad con el pueblo venezolano, con los pueblos de izquierda en el mundo. Debemos reconocer que los cambios que hizo Hugo Chávez son de carácter estructural para su país, y que, por lo tanto, constituyen un legado muy importante", externó en entrevista.

Señaló que Venezuela es un ejemplo de que 'otro mundo es posible', y consideró que el proyecto de Chávez trascenderá. "Habrá un chavismo sin Chávez en Venezuela", puntualizó.

También llegaron los Embajadores de Cuba, Dagoberto Rodríguez Barrera; de Ecuador, Patricio Alfonso López Araujo, y de Bolivia, Marcos Domic Ruiz.

Activistas de la Coordinadora Mexicana de Solidaridad con Venezuela leyeron un pronunciamiento en el que afirmaron que Chávez continuará agrupando en torno suyo a las masas populares.

"Desde el día de ayer es un ideario, una figura histórica del tamaño de Zapata, de Sandino, del Ché y de Bolívar", manifestaron.

De la mano de su hija, el venezolano Neremí Sánchez, que reside en el DF desde hace 12 años, lloró la muerte de Chávez en la Embajada.

Llegó al país a hacer una especialidad en medicina veterinaria, y cuando encontró trabajo, ya no regresó a Venezuela. Sin embargo, afirmó en entrevista que el proyecto de Chávez benefició a su familia en su país.

Al ser el único venezolano afuera de la Embajada, admitió que la comunidad venezolana en México no quería al Presidente Chávez.

"Muchos de esos paisanos son parte de clases privilegiadas que no saben la realidad de lo que pasa en Venezuela. Cuando vas a Venezuela, y tocas tierra, puedes hablar con certeza. Hoy día en los barrios más recónditos hay médicos, hay una solución a situaciones que antes no había", aseguró.

Silvia Garduño, Reforma, 7 de marzo.