Condicionan AN y PRD aval a ley sobre admistración pública

Las bancadas de PAN y PRD en el Senado están dispuestas a reiniciar el proceso legislativo sobre la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal el próximo martes, y la minuta podría ser aprobada el mismo día, siempre y cuando el PRI acepte los cambios propuestos encaminados a poner candados a la concentración de funciones de la Secretaría de Gobernación y a garantizar que la Secretaría de la Función Pública siga operando mientras no se haya creado la comisión anticorrupción que la suplirá.

El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa y el panista José Rosas Aispuro, vicepresidente, rechazaron que se hayan convertido en un bloque opositor al gobierno de Peña Nieto, como los acusó Emilio Gamboa el jueves por la noche, cuando se rompió la posibilidad de aprobar en sus términos la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública, propuesta por el entonces presidente electo.

Ambos sostuvieron que en tres días de negociación dieron opciones al PRI para aprobar la reforma, pero hubo siempre cerrazón absoluta del tricolor.

No somos ningún bloque contra Peña Nieto, ni contra su gobierno, pero si un bloque legislativo en contra de propuestas insanas, que pretendan el ejercicio del poder sin controles, sin límites, de manera concentrada, como el que se pretende otorgar a la Secretaría de Gobernación, porque eso se llama autoritarismo, recalcó Barbosa.

Expuso que la acusación de que PAN, PRD y PT en el Senado conformaron el bloque opositor a Peña Nieto es sólo una estrategia mediática para cargarles la responsabilidad de que no se aprobara la reforma que Peña Nieto.

La verdad, insistió Barbosa, es que fue el PRI el que cerró toda posibilidad de acuerdo, al negarse a que la minuta se modificara para poner los controles democráticos mínimos a lo que se pretende sea un poder autoritario.

Reveló que había ya avances en las propuestas de que el secretario de Gobernación comparezca periódicamente ante el Senado, de eliminar facultades extraordinarias a esa dependencia, como enviar a la policía federal a estados y municipios sin que los gobernadores o presidentes municipales lo soliciten y de autorizar la portación de armas a funcionarios, que es responsabilidad de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Barbosa detalló que el PRI sólo había objetado la facultad al Senado para ratificar al Comisionado de la Policía Federal, al secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y al responsable de la Gendarmería Nacional, que se va a crear. Sin embargo, el martes por la noche, en la reunión de las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos Primera, los priístas endurecieron su postura y a las dos de la mañana se levantó la reunión sin acuerdos.

Se había citado a sesión al pleno senatorial para votar la reforma, pero no había dictamen, ya que el PRI se mantenía en no aceptar las ratificaciones de los jefes policiacos, bajo el argumento de que era necesaria una reforma constitucional. Barbosa hizo notar que el PRD propuso una salida intermedia, que era aprobar los demás cambios a la minuta y un transitorio en el que se comprometían a iniciar la reforma constitucional requerida.

Eso tampoco lo aceptó el PRI, agregó, y un día después, el jueves, la bancada dirigida por Gamboa Patrón insistió en que se aprobara en sus términos la minuta, con el ofrecimiento de que habría después una iniciativa que incluyera las modificaciones exigidas.

Barbosa recalcó que no podían aceptar algo así y formularon una contrapropuesta. Sesionar el viernes por la mañana, aprobar la minuta con cambios y remitirla a la Cámara de Diputados, donde la podrían votar el sábado, luego de la sesión general de Congreso.

Tampoco esa opción aceptó, el PRI siempre confió en que cederíamos a las presiones constantes de ¿cómo le van a hacer eso al presidente Peña?.

El senador del PAN, Javier Corral, destacó que el nombramiento de Miguel Osorio Chong como secretario de Gobernación hace más urgentes las modificaciones a la minuta, ante el riesgo de una conducción autoritaria.

Andrea Becerril, La Jornada, 1º de diciembre.