A pesar de tener la facultad legal para investigar e interponer denuncias contra servidores públicos por violaciones a las garantías individuales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), no la está ejerciendo, lo que, en el caso de abusos cometidos por agentes la Policía Federal, ha favorecido la impunidad de los implicados.
Así lo concluye el estudio "Desempeño de la CNDH en la atención de quejas contra la Policía Federal", elaborado por el Programa Atalaya, un proyecto de investigación del Instituto Tecnológico Autónomo de México, en colaboración con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (FLACSO) y Fundar, Centro de Análisis e Investigación, A.C.
"La recurrencia de las violaciones pone de manifiesto que el Organismo carece de un método de trabajo que le permite identificar y sistematizar los patrones de actuación de la PF que revelan las quejas, explicarse los fenómenos que están detrás de las prácticas violatorias y diseñar estrategias de acción efectivas que vayan más allá del estudio fragmentado o aislado de cada queja.
"La falta de solidez en la atención de las quejas por parte de la CNDH genera, en última instancia un 'vacío' que es ocupado por las autoridades al verse libres de contrapesos o límites efectivos", refirió Antonio López Ugalde, autor del estudio.
De esta manera, señala la investigación, los agentes cometen actos de tortura, incomunicación, malos tratos, detenciones arbitrarias, cateos ilegales, falsas acusaciones basadas en tortura, roban objetos, destrozan bienes, violentan a adolescentes y niños, amenazan a las personas, sin que al final haya una sanción.
El análisis encontró que la CNDH no pide los registros fotográficos de los presuntos responsables, tampoco ejerce su facultad de citarlos, consiente que la autoridad no le remita datos individualizados de los agentes involucrados y en su lugar acepta informes impersonales de carácter institucional.
A estas irregularidades se suma que no realiza trabajo de campo para confirmar las versiones de víctimas y acusados, no existe colaboración con otros organismos públicos locales, no acopia adecuadamente pruebas e ignora evidencias.
En contadas ocasiones, según el documento, la CNDH solicitó enmiendas, correcciones y ampliaciones de los informes rendidos por las autoridades y no consideró en sus registros un análisis del tiempo en que los detenidos permanecen bajo custodia de los agentes lo cual impide evaluar y contrastar las versiones de la autoridad y el quejoso sobre los hechos, especialmente en casos que involucran tortura o extracción de confesiones autoiculpatorias.
Las pobres cifras en materia de recomendaciones de la CNDH, producto de su baja calidad de investigación son utilizadas por la propia Secretaría de Seguridad Pública en provecho de su imagen institucional, pues voceros o funcionarios de la dependencia federal afirman cada que tienen oportunidad que del total asuntos denunciados ante la CNDH sólo el 0.73 por ciento llega a recomendaciones.
"Visto de ese modo el problema de violación de los derechos humanos por parte de los agentes de la Policía Federal parece en efecto peccata minuta", enfatiza el análisis de López Ugalde, el sexto en su tipo del Programa Atalaya.
La investigación resalta, además, que la propia CNDH, encabezada por Raúl Plascencia Villanueva, coloca en situación de riesgo a las víctimas.
Por un lado deja la decisión y responsabilidad de interponer denuncias contra los servidores públicos señalados en manos de los afectados.
Asimismo, los escasos datos que recaba los proporciona a los Órganos Internos de Control de las dependencias agresoras, de tal manera que si las víctimas quieren darle continuidad a la investigación deben acercarse a tales instituciones.
"Los quejosos son colocados por la propia CNDH en el dilema de dar seguimiento al procedimiento frente a la institución a la que pertenecen los presuntos violadores de sus derechos o bien abandonar sus pretensiones ante el riesgo de nuevas amenazas o represalias", ejemplifica.
El Organismo no ofrece, además, medidas cautelares u otras formas de protección a testigos o vecinos, quienes por temor a represalias, se niegan a colaborar con las víctimas en el esclarecimiento de los hechos.
Abusos
Tabla de quejas en CNDH contra PF
(Quejas)
2006 | 146 |
2007 | 136 |
2008 | 284 |
2009 | 384 |
2010 | 595 |
2011 | 767 |
Porcentaje de quejas en las que se acusa cada tipo de violación
En marzo de 2012, habitantes de Coyuca de Catalán se manifestaron contra abusos de policías federales.
CONDUCTA | PORCENTAJE |
Tortura | 49 |
Incomunicación de detenidos | 49 |
Dilación injustificada para poner al detenido bajo responsabilidad de la autoridad competente | 49 |
Malos tratos | 49 |
Detención arbitraria | 46 |
Irrupción arbitraria a domicilio o cateo ilegal | 43 |
Falsa acusación basada en métodos de tortura | 40 |
Robo de objetos por parte de agentes de la PF | 29 |
Acciones de violencia policial frente o contra adolescentes o niños | 23 |
Amenazas al detenido con dañar, incriminar, matar o violar a miembros de su familia | 17 |
Henia Prado, Reforma, 26 de diciembre.
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